El diestro José Luis Angelino y el rejoneador Pablo Hermoso de Mendoza compartieron la salida en volandas de la plaza de Apizaco, en Tlaxcala, luego de pasear dos orejas cada uno, mientras que Joselito Adame cosechó los aplausos del respetable que se dio cita.

Sin duda José Luis Angelino ha reencontrado el paso en su carrera, lo que se manifiesta con triunfos en casi todas las plazas donde ha actuado recientemente; hoy en su tierra, Apizaco, no fue la excepción y como mantiene la decisión de triunfar lo consigue como ocurrió en el cuarto del festejo.

Se fue a los medios para recibirlo de rodillas con una larga afarolada seguida de lances a pies juntos; afanoso estuvo en el quite por saltilleras tras el puyazo, así como con los rehiletes cuajando un primer par de el violín al quiebro, en la boca de riego para un olé estruendoso.

Fundamentó su faena en el toreo natural, logrando momentos magníficos aunque contados, dado que el toro empezó a desarrollar sentido; el torero entonces tras un pinchazo, cobró gran estocada que tumbó sin puntilla e impactó en el graderío, por lo que se aprobó la concesión de dos auriculares.

Nos pareció mejor su primero con el que se abrió el festejo, de salida un peón lo tocó desde el burladero y el animal al golpearse se lastimó, entonces hubo poco toreo de capa y breve castigo. El matador clavó las banderillas aunque el toro se le venció un par de ocasiones, defendiéndose a consecuencia del golpe; intentó pasarlo por pitón derecho repitiéndose la situación, abrevió dejando un pinchazo hondo y caído para ser despedido entre palmas.

Aunque indebidamente, Pablo actuó en segundo lugar con un ejemplar de Teófilo Gómez que tardó en enterarse pero le apretó y el navarro resolvió toreando bien, poco certero estuvo al clavar banderillas largas mejor lo hizo con las cortas y un par a dos manos en una labor de altibajos. El rejón de muerte quedó muy trasero y contrario, le concedieron una oreja que por sí sola ya era demasiado y luego la segunda entre algunas protestas.

El quinto de la tarde fue apenas regular, Pablo colocó el rejón de castigo en el segundo intento, luego vendría lo de mayor lucimiento a lomos de "Disparate" cabalgando a dos pistas cambiando en un palmo de terreno; el toro se aplomó y así ejecutó varias piruetas bien ejecutadas aunque sin transmisión, luego al fallar un par de ocasiones con el rejón de muerte hubo silencio.

Un pavo corrido en tercer lugar correspondió a Joselito; lo toreó de capa con brevedad y Curro Campos aguantó la reunión en un puyazo prolongado en el que el burel empujó fuerte; se dobló el hidrocálido con poder posteriormente dejó constancia de su sitio toreando por ambos lados imponiéndose al de Rancho Seco que tuvo bravura y había que poderle, echó a perder su torera labor con la tizona y todo quedó en palmas.

Ante el sexto poco hizo con el Capote, iniciando de muleta sujetándose de las tablas en toreros muletazos por abajo; porfió por ambos pitones hasta conseguir marcarle el ritmo y trazar naturales de gran temple, nuevamente se puso pesado con los aceros escuchando palmas al final.