Aunque hubo corte de orejas en la tradicional novillada de la feria de Santiago Apóstol, en Tezontlale, eso no refleja el escaso contenido, y casi aburrido, festejo celebrado esta tarde en la localidad hidalguense donde hubo de todo, como en botica.
Luis Conrado estuvo voluntarioso y tratando de agradar en todo momento, desde los quites, chicuelinas y tafalleras, hasta el momento de torear con la muleta, comenzando su labor por alto con algunos de rodillas, y cuajando tandas que tuvieron temple, a un muy buen novillo que tuvo clase por ambos pitones. Cayó un poco el trasteo, mismo que epilogó con manoletinas tanto de rodillas como de pie, pasaportando a la res de dos pinchazos y estocada delantera caída. Hubo palmas en el arrastre para el animal.
César Ibelles enfrentó un ejemplar chicho al que le hizo un quite que consistió en un par de chicuelinas y revolera. Técnicamente ejecutó pases templados a un animal obediente, pero carecieron de alma. Los naturales fueron largos pero quizá le faltó ajustarse un poco más. Señaló un sablazo que le hizo guardia al animal, y estocada entera, para que inexplicablemente el juez concediera una oreja.
Carlos Peñaloza por momentos logró acomodarse con la embestida del novillo que le correspondió en suerte, al torearlo con la muleta, pues necesitaba mucho temple, era un puntito violento pero hubo dos tandas con la derecha en las que repitió la res así de largo y humillado. A la postre, la faena fue larga y sin relieve, pero como lo mató de estocada en lo alto, cortó una oreja.
Manolo Sánchez Mejías mostró buena actitud y ganas, y ante un novillo mansurrón y sin clase, que se acostaba por el pitón izquierdo, extrajo pases de mérito, llevándose dos achuchones sin consecuencia, el segundo de éstos al momento de entrar a matar, dejando dos estocadas que no hicieron efecto por lo traseras que fueron, y escuchó dos avisos.
Cerró plaza el novillero español Pepe Mayor, entrado en años y que dejó ver oficio, gusto y reposo. Lanceó bien en los medios a un novillo suelto y sin fijeza pero que después de recibir dos fuertes puyazos la res se asentó y en la muleta sacó clase, fijeza y obediencia en los toques.
El novillero español estuvo disfrutando lo que hizo, corrió la mano derecha con temple y reposo, rematando bien las tandas con los de pecho. Lo mató de casi entera apenas tendida para que le concedieran dos orejas, quizá una de ellas un poco excesiva.
Primer festejo. Casi lleno en el lienzo charro de Santiago Tezontlale (unas 1700 personas), en tarde apacible en la que apenas se asomó el sol. Novillos de León Sergio González, chicos, salvo el 5o., que fue el mejor presentado, manejables en su conjunto, de los que sobresalieron 1o. y 5o. Pesos: 330, 250, 340, 300 y 350 kilos. Luis Conrado (rosa y azabache): palmas. César Ibelles (salmón y oro): oreja. Carlos Peñaloza (verde bandera y azabache): oreja. Manolo Sánchez Mejías (uva y oro): Ovación tras dos avisos. Pepe Mayor (negro y oro): dos orejas.