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Oliva Soto pincha en Sevilla una faena entonada

Lunes, 25 Abr 2011    México, D.F.    Redacción | Foto: lamaestranza.es         
Pudo haber cortado la oreja del único toro bueno del encierro
El deslucido juego de los toros de la ganadería del Conde de la Maza, impidió que la tarde rompiera definitivamente, y la segunda corrida de la Feria de Sevilla vivió varios momentos tediosos entre los que destacó el juvenil carisma de Oliva Soto, que realizó la faena más entonada del festejo con el único ejemplar potable del encierro.

Y con este toro, corrido en tercer lugar, el torero de Camas estuvo bien aunque sin llegar a redondear del todo, quizá producto de su poca experiencia. Sin embargo, el público agradeció su entrega en un trasteo de menos a más en el que brilló una seria de naturales en los que lució más la frescura de su toreo. Lo que pudo ser el corte de una oreja quedó en una ovación recogida desde el tercio, debido a su deficiente uso de la espada.

El sexto compuso el lote más agradable de juego de la corrida, y si Oliva Soto trató de estar otra vez a la altura de las circunstancia, la falta de fondo del toro no le permitió sino mostrar esa fácil conexión con el tendido en algunos muletazos sueltos de buena factura. De nueva cuenta estuvo errático con la espada y escuchó un aviso.

La faena de mayor mérito la hizo Iván Fandiño al complicadísimo segundo, un toro que se dejó torear con el capote pero después desarrolló mucho sentido a partir del tercio de banderillas. El torero de Vizcaya se plantó como un hombre sobre la arena y, a pesar de las malas ideas del toro, que se revolvía en un palmo buscando siempre las pantorillas del torero, éste intentó hacerle las cosas con mucha seriedad, y un gran sentido de la responsabilidad.

La cornada se mascaba, y el público lo pasó mal en el tendido, mientras Fandiño se cruzaba una y otra vez para ganarle la inteción a ese marrajo del Conde de la Maza en una faena riesgosa donde lo mejor fuer verlo salir ileso de cada una de las series en las que, con profesionalidad, prodigó por ambos pitones. Mató de una buena estocada, antecedida de un pinchazo, y se retiró dignamente a la barrera cobijado por el reconociemiento de los profesionales.

El quinto no dio tampoco ninguna opción a Fandiño, que bosquejó detalles sueltos. El toro embestía sin clase y a veces se paraba, costándole tomar la muleta. Así las cosas, el diestro abrevió porque no había más por hacer.

Luis Vilches sorteó un toro complicado, corrido en primer lugar, y otro pastueño, que se lidió en cuarto sitio. El sevillano nunca lo vio claro con el que abrió plaza y se le notó desconfiado y moviendo en exceso las zapataillas, cuando lo pasó de muleta con precauciones porque sabía que si intentaba quedarse quieto, le iban a levantar los pies del suelo.

En cambio, al cuarto, que tuvo buen aire, aunque no transmisión, lo toreó suavemente a la verónica en lances muy cadenciosos que gustaron al sensible público sevillano. La faena mantuvo su buena estructura incial y las series se sucedieron unas a otras con serenidad, pero el torero no terminó de ponerle la falta de chispa que le había falta al toro y, por lo tanto, el largo trasteo no acabó de romper. Eso sí, mató de una magnífica estocada, que realizó limpiamente, y escuchó palmas de sus paisanos.

Mañana están anunciados Antonio Barrera, Salvador Cortés y Alberto Aguilar, quienes despacharán un encierro de Dolores Aguirre del que se espera brinde mucho más juego que la decepcionante corrida del Conde de la Maza que se jugó la tarde de hoy.

Ficha
Sevilla, España.- Plaza de La Maestranza. Primera corrida de feria. Tres cuartos de entrada en tarde templada, y con algunas gotas de lluvia hacia el final del festejo. Toros del Conde de la Maza, parejos en hechuras pero de escaso juego en su conjunto; destacó el 3o. por su buen estilo; otros, como 1o. y 2o. fueron muy complicados, mientras que los corridos en 4o. 5o. y 6o. lugares les falto raza y se desfondaron. Pesos: 509, 525, 526, 569, 520 y 520 kilos. Luis Vilches (fucsia y oro): Silencio y palmas. Iván Fandiño (lila y azabache): Palmas y silencio. Oliva Soto (blanco y plata): Ovación y silencio tras aviso. Sobresalió con los palos Curro Trillo.


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