Sí, fue una tarde en la que los forcados pusieron el ejemplo de lo que es el compañerismo y la hombría en el ruedo, y también, y en la que hubo buen toreo, a cargo de El Payo con su segundo toro, en la tradicional corrida de la feria de Apan, Hidalgo, coso en el que tenía algunos años en el que no había pasado algo que dejara para la historia.
Abrió plaza Rodrigo Santos, que enfrentó en primer lugar a un toro pronto a los cites de los de a pie, pero que en cambio fue deslucido y sin celo para el caballo, por lo que tuvo mérito su labor, destacando una banderilla de frente y luego pasajes que entusiasmaron a la galería, como las banderillas cortas, por dentro, y un par a dos manos. Mató de estocada trasera con el que consiguió el trofeo.
Su segundo fue un toro cuajado que tuvo buen estilo en general pero que después cambió de lidia al pegarle a las cabalgaduras en repetidas ocasiones, por lo que terminó complicándose. Rodrigo anduvo descentrado, de pronto dándole los cambios de dirección a los caballos con la rienda, dándoles feos tirones, que como en el caso del segundo que sacó para banderillas, terminó hostigándose. Realizó una faena deshilvanada en la que metió al respetable merced de alardes y desplantes de efecto. Si bien no merecía la primera oreja, menos la segunda por haber descordado al toro, pero el público, que casi no conoce, la pidió con fuerza. Dio la vuelta al ruedo en compañía del ganadero y del empresario además del pegador de cara.
El Payo enfrentó en primer lugar un toro al que había que tomarle la distancia y que tuvo fijeza y nobleza y con el que finalmente no se encontró, metiéndose incluso un poco la gente con el torero.
Con su segundo, otro toro muy hecho, estuvo bien con el percal en las verónicas, luego lo llevó con chicuelinas al paso al caballo y quitó también por chicuelinas. Con la muleta se fue a los medios donde le pegó dos péndulos a un astado que arrancó con emotividad y son, para después aprovechar el recorrido y la entrega, ejecutando pases que tuvieron calidad y temple, bien rematados con los de pecho, algunos rodilla en tierra, que gustaron a la concurrencia. Casi al final del trasteo hubo un sector del público que pidió el indulto del toro, que no se concedió. El torero se recreó en tandas que tuvieron contenido, perdiendo los trofeos por sus fallos con el acero, hasta escuchar dos avisos, y el homenaje de la vuelta al ruedo al buen astado.
Los Forcados Hidalguenses actuaron en el primer toro y realizaron una buena pega al primer intento,con Andrés del Villar a la cara.
En el segundo toro de rejones salieron los Forcados Amadores de Hidalgo, que sudaron tinta para pegarlo, yendo en el primer intento Fernando Pacheco y enmendándolo en los dos siguientes, al salir lastimado, Dante Austria, interviniendo en un gesto de compañerismo y amistad, los Forcados Hidalguenses, por lo que resultó emotiva la pega con la que fueron ovacionados de pie.