A diferencia de lo que nos tiene acostumbrados, la ganadería de
Fuente Ymbro echó una corrida muy dócil, y no con esa movilidad y casta que siempre ha buscado su propietario,
Ricardo Gallardo, y este hecho incidió positivamente en una tarde interesante, en al que los tres toreros del cartel dejaron detalles muy toreros sobre la arena del coso de la calle de Xátiva.
Y fue
Matías Tejela, el torero de Alcalá de Henares, el que sorteó el lote más completo, compuesto por un primer toro más encastado y otro muy noble, el quinto, al que le hizo una faena aseada y con temple, en la que aprovechó que el toro embestía por afuera y así le dio muletazos relajado que calentaron una tarde fría, en al que el viento volvió a hacer de las suyas.
Sobresalió su toreo en redondo, tanto por el lado natural, el derecho, como por el contrario, cuando realizo dosantinas muy tersas y largas, que dejaron entrever todavía mejor esta condición del toro de embestir por ese terreno en el que los toreros están a gusto y disfrutan porque el toro no se ciñe, sino que pasa con soltura y se abre solito. La ligazón fue la clave de esta faena de
Tejela, que remató de una excelente estocada, de una ejecución impecable, y cortó una merecida oreja.
La faena al segundo tuvo mayor vibración, pues el toro aportó esa cuota de emoción tan necesaria en este espectáculo. Y embistió por dererecho a una muleta enfibrada de Tejela, que supo enganchar adelante cada una de las embestidas del ejemplar de Fuente Ymbro, que tenía buen fondo de nobleza y que se vino arriba conforme el torero fue encelándolo con inteligencia.
Y aunque era un toro alto de cruz y construido cuesta arriba, terminó descolgando el morro con franqueza en una faena de buen acabado que remató con unas manoletinas tras haber ejecutado un toreo fluido y dinámico. Cuando parecía que le tenía cortada la oreja, echó a perder todo con el acero.
Curro Díaz estuvo muy digno delante de un lote deslucido, en la que la falta de bravura le impidió redondear dos faensa con pinceladas de buen toreo. A la hora de entrar a matar al cuarto, se tiró por derecho y fue empitonado de manera espeluznante, y fue lanzado por los aires en una estampa que recordo, por momentos, la cornada que sufrió el año anterior en este feria el mexicano
Arturo Macías. La diferencia fue que el toro tardó en doblar y este hecho le impidió cortar la oreja, pues la estocada valía el trofeo.
El juvenil
Rubén Pinar estuvo esforzado con su lote, y por momentos parecía que su faena al tercero, el toro de más clase de la corrida, iba a terminar en triunfo. Sin embargo, le faltó redondez a su labor en un trasteo intermitente, con el público a favor y deseoso de verlo salir a hombros. Pero le faltó fondo a este albaceteño que dio sus primeros pasos como novillero en México, hace unos cuatro años, cuando vivía en la ciudad de Querétaro.
El sexto fue un toro enrazado en varas, y se estrelló violentamente en el peto. A la muleta llegó con motor y mucha emoción, pues embestía con poder y le dijo a
Pinar, desde un principio, que no debía engacharle la muleta, cosa que no era fácil porque templar a un toro de esta condición nunca es sencillo. Firme y decidido, el de Albacete se lo pasó con valentía una y otra vez en una faena recia y de entrega que entusiasmó a la concurrencia. La suerte de matar la hizo con cierta celeridad y pinchó; ahí perdió el trofeo que tenía conquistado.
Resumen de video de Digital Plus
Ficha Valencia, España.- Cuarta corrida y quinto festejo de la Feria de Fallas. Un tercio de entrada en tarde fría y con intermitentes ráfagas de viento. Toros de
Fuente Ymbro, bien presentados y parejos de hechuras en su conjunto, nobles en general, y de buen juego 3o., 4o. y 6o., con distintos matices en su comportamiento. Pesos: 553, 531, 506, 488, 505 y 530 kilos.
Curro Díaz (verde botella y oro): Palmas y ovación.
Matías Tejela (blanco y oro): Silencio tras aviso y oreja tras aviso.
Rubén Pinar (verde botella y oro): Ovación tras petición y palmas tras aviso. Destacó en banderillas
Zamorano, de la cuadrilla de
Tejela. Curro Díaz pasó a la enfermería para ser revisado.