La veteranía de un Rodolfo Rodríguez "El Pana" y la juventud de un Juan Chávez fue lo más destacado de la segunda corrida del Carnaval Autlán 2011, pues resultaron los triunfadores de esta tarde dominical cortando cada uno un apéndice.

Aunque Fernando Ochoa estuvo por encima de sus enemigos, quienes alborotaron a los autlenses reunidos en la plaza "Alberto Balderas" fueron el tlaxcalteca El Pana y el moreliano Chávez, a quienes correspondió un ejemplar de buena nota de los dos que envío la ganadería de Villa Carmela.

Incluso al corrido en cuarto, correspondiente al Brujo de Apizaco y al que le cortó la oreja, le dieron vuelta al ruedo por su bravura y nobleza y le valió una vuelta al ruedo también al ganadero Eduardo Arena, junto al veterano torero.

El Pana no tuvo suerte y menos acoplamiento con el parado y reservón abreplaza, y como se pusiera pesado con la espada escuchó un aviso. Con su segundo, el decano diestro sacó el colmillo, se confió más y se recreó con su peculiar estilo, lleno de detalles toreros y arrebatos que enloquecieron a la galería.

El Brujo además se ajustó en ceñidos derechazos, alargando el brazo y estirándose para darle dimensión al pase, siempre rematando con un chispazo de agitanado gesto característico en él.
Hasta cuando se tropezó con su propia muleta, en la cara del toro, la gente le ovacionó y jaleó con agrado.

Luego de un pinchazo, El Pana se entregó en un segundo intento para pegar un espadazo al encuentro del que salió el toro rodado sin puntilla. El torero de Apizaco agradeció con lágrimas en los ojos la ovación y los gritos de "torero, torero", para luego recibir la oreja.

Chávez pudo haber salido con dos orejas en la espuerta de no haber pinchado a su segundo, el cierraplaza, al que le ejecutó una faena brillante, en la que se jugó la vida y confirmó el potencial mostrado en la corrida anterior, en la que también triunfó. Pero la puerta grande se le escapó tras varios pinchazos.

A su primero, el tercero de la tarde, Chávez también lo había pinchado, pero como el público se le entregó con fuerza tras una labor de mucho mérito, se le otorgó la oreja tras fuerte petición para concedérsela.

Ochoa se topó con los menos movible del encierro, y para colmo le molestó más que a ninguno de sus alternantes el viento. Sin embargo, el moreliano estuvo porfiando y robándose derechazos de calidad, y aunque contados con los dedos, tuvieron la clase y sello de su personalidad torera.

Con su primero escuchó fuerte petición que no se concedió, tras un espadazo tendencioso de rápidos efectos, pero que no agradó al juez que se desentendió de la petición mayoritaria.

Con su segundo, Ochoa estuvo "dale que dale" para hacer embestir a su enemigo y fue hasta que lo provocó golpeándole el testuz que el corrido en quinto fue con más celo a la muleta del espigado diestro, quien aprovechó las arrancadas en largos derechazos. Se topó con hueso a la hora de estoquearlo y escuchó palmas al retirarse.

Para este lunes actuarán el rejoneador Diego Ventura y los diestros Joselito Adame y Óliver Godoy, con  cuatro toros de Villa Carmela para los de a pie y un toro de Marco Garfías y otro de De Santiago.