Se cerró esta tarde la temporada taurina de Bogotá, con un mal encierro de Las Ventas del Espíritu Santo, que llegó esta tarde a "La Santamaría" precedida del escándalo de hace una semana en Medellín por su cuestionada presentación. Lamentablemente hoy no fue el día de la reivindicación del ganadero César Rincón y al contrario, el encierro además de la escasa presencia, tuvo mansedumbre.
Solamente la voluntad y especialmente el sitio de dos figuras como Julián López “El Juli” y Manuel Jesús “El Cid”, así como las ganas de serlo del manizaleño Santiago Naranjo, lograron llevar la tarde a un desenlace mejor de lo que la corrida presentó.
El Juli estuvo, como siempre, muy dispuesto; pero tan mal juego dieron sus oponentes que lograron descomponerlo e impedirle un mayor lucimiento. Tuvo que acudir al toro de regalo para conseguir abrir la puerta grande, en una faena en la que optó por el terreno de cercanías, y su pundonor a toda prueba para recordarle a la afición que a las figuras no se les maltrata con encierros de ese nivel tan pobre y que a pesar de ello, su sitio se impone. Obligó al toro a que pasara en escasos muletazos, aclamados por el público que al final le agradeció el gesto del regalo con la petición de la oreja.
En su primer turno, El Juli cortó la que fue su cuota inicial de la puerta grande, después de realizar una faena en la que le sacó mucho partido a la poca materia prima que le trajo su suerte en el sorteo. Ligó series de pases cortos, que al inicio fueron a media altura, pero que fueron de mano más baja a medida que pasó la faena, en la que lo mandó por momentos en un palmo de terreno. Cobró la oreja después de un pinchazo.
El cuarto fue una buena radiografía de lo que estaba sucediendo en la plaza, mansedumbre, vanos intentos de los toreros y descontrol. Y como pocas veces, El Juli dando un sainete con los aceros. Y también como pocas veces, se escuchó una bronca monumental en el arrastre del toro.
El Cid cortó las dos orejas del quinto, un toro noble y encastado al que toreo muy bien con el capote y con la muleta. Se destacó su trasteo con la derecha, sin atacar al toro y dejándole la muleta en la cara para poder ligar las series. Sin ser una faena rotunda, la petición de las orejas tuvo fuerza. Pero que ello no sea obstáculo para señalar que dos apéndices fueron generosas.
El tercero sin transmisión y con peligro obligó a El Cid a presentar un muleteo defensivo del que nada se puede reseñar, excepto otra estruendosa bronca en el arrastre.
Santiago Naranjo confirmó alternativa y cortó una oreja en de la confirmación, gracias a una faena completamente derechista, en la que poco a poco fue consiguiendo meter al toro en el engaño, con series de buena calidad varias de ellas, y un final en el que aguantó muchos los parones del toro.
Con el sexto toreó muy bien con el capote, estirándose muy bien en las verónicas y emocionando al público desde su inicio de muleta de rodillas en los medios aprovechando la transmisión de toro para torear con reposo, en series ligadas y embarcando bien al toro en cada muletazo de mano suave y cadenciosa. De no haber fallado con los aceros, hubiera cosechado un mejor premio que la vuelta al ruedo que dio.
Plaza de toros "La Santamaría" de Bogotá. Última de temporada. Lleno de no hay boletos en tarde soleada. Siete toros de Las Ventas del Espíritu Santo (el último como regalo) de variada presentación y escaso trapío. Juego dispar y mansos la mayoría. Pitados 1o., 3o., 4o. y 7o., aplaudidos 2o., 5o. y 6o. Pesos: 470, 489, 440, 554, 479, 529 y 487 kilos. Julián López "EL Juli" (verde hoja seca y oro): Oreja, silencio y oreja en el de regalo. Manuel Jesús "El Cid" (teja y oro): Silencio y dos orejas. Santiago Naranjo (azul rey y oro): Oreja y vuelta al ruedo. El toro de la confirmación llevó por nombre "Capitán", no. 501 y 470 kilos de peso. Saludaron Ricardo Santana y Wilson Chaparro, por sus pares al 4o. Y se destacó El Boni en la brega.