"Es una oreja que me da oxígeno": Aldo Orozco
Y espera volver pronto a la Plaza México
Aunque la concesión de la oreja dividió opiniones ayer en la Plaza México, Aldo Orozco se encuentra contento y sabe que este trofeo representa oxígeno puro en esta etapa de una carrera que, poco a poco, está levantando vuelo.
- Tu primera oreja en La México, ¿qué significa para ti?
- Significa mucho, pues un triunfo en La México siempre es importante. Estoy contento, pero no satisfecho, pues hubiera querido poner de acuerdo a toda la afición. Es un pequeño escalón y espero volver pronto. Esta es una oreja que me da oxígeno, ya que la de ayer fue mi quinta tarde en esta plaza y ya no podía dejarla pasar en blanco.
- La tarde había sido cuesta arriba, ¿llegaste a sentir que se te escapaba la oportunidad?
- Sí, imagínate, las cosas no habían rodado bien con mi primero, un toro con el que no la pase nada bien. Sin embargo, tenía claro que tenía que hacer el esfuerzo y salir a justificarme, mostrando esfuerzo, y el público así lo percibió con ese sexto de la tarde.
-¿Qué lidia le diste al ajemplar?
- Desde que salió estuvo cerca de tablas y hasta quería brincar al callejón; para picarlo hubo problemas. Con la muleta tuive que hacer la faena donde el toro se sentíá más a gusto, es decir, ahí en los tableros, y bueno, no fue la faena ligada que hubiera querido, pues el toro salía suelto. Tuve que salirle siempre hacia adelante y quedó patente mi determinación. Sin ser tan perfecta, creo que el público valoró la estocada.
- ¿Con qué momento te quedas de tu actuación?
- Con la disposición que marqué toda la tarde, pues taurinamente me hubiera gustado mostrar más cosas, pegar tandas largas y construir una faena redonda. Tuve que adaptarme a las condiciones de los toros.
- Hubo petición de oreja, pero luego fue protestada...
- Nosotors los toreros nos debemos al público, y bueno, claro que me hubiera encantado que esta concesión hubiera sido unánime, pues recibirla fue lo máximo, la necesitaba bastante. Más que las orejas, lo importante es que el público crea en mí y espero que haya una segunda tarde para demostrar mi toreo.
- ¿Qué balance haces de tu año 2010?
- Es positivo. Desde el inicio del año me mentalicé, sabía que no iba a ser fácil. Toreé 14 corridas de toros y pude cortar 25 orejas, además de un rabo. La única plaza de importancia fue La México, así que espero iniciar bien el año que entra y seguir ligando triunfos para terminarlo mejor.
- Tu primera oreja en La México, ¿qué significa para ti?
- Significa mucho, pues un triunfo en La México siempre es importante. Estoy contento, pero no satisfecho, pues hubiera querido poner de acuerdo a toda la afición. Es un pequeño escalón y espero volver pronto. Esta es una oreja que me da oxígeno, ya que la de ayer fue mi quinta tarde en esta plaza y ya no podía dejarla pasar en blanco.
- La tarde había sido cuesta arriba, ¿llegaste a sentir que se te escapaba la oportunidad?
- Sí, imagínate, las cosas no habían rodado bien con mi primero, un toro con el que no la pase nada bien. Sin embargo, tenía claro que tenía que hacer el esfuerzo y salir a justificarme, mostrando esfuerzo, y el público así lo percibió con ese sexto de la tarde.
-¿Qué lidia le diste al ajemplar?
- Desde que salió estuvo cerca de tablas y hasta quería brincar al callejón; para picarlo hubo problemas. Con la muleta tuive que hacer la faena donde el toro se sentíá más a gusto, es decir, ahí en los tableros, y bueno, no fue la faena ligada que hubiera querido, pues el toro salía suelto. Tuve que salirle siempre hacia adelante y quedó patente mi determinación. Sin ser tan perfecta, creo que el público valoró la estocada.
- ¿Con qué momento te quedas de tu actuación?
- Con la disposición que marqué toda la tarde, pues taurinamente me hubiera gustado mostrar más cosas, pegar tandas largas y construir una faena redonda. Tuve que adaptarme a las condiciones de los toros.
- Hubo petición de oreja, pero luego fue protestada...
- Nosotors los toreros nos debemos al público, y bueno, claro que me hubiera encantado que esta concesión hubiera sido unánime, pues recibirla fue lo máximo, la necesitaba bastante. Más que las orejas, lo importante es que el público crea en mí y espero que haya una segunda tarde para demostrar mi toreo.
- ¿Qué balance haces de tu año 2010?
- Es positivo. Desde el inicio del año me mentalicé, sabía que no iba a ser fácil. Toreé 14 corridas de toros y pude cortar 25 orejas, además de un rabo. La única plaza de importancia fue La México, así que espero iniciar bien el año que entra y seguir ligando triunfos para terminarlo mejor.