La suerte de varas, en gran expresión (video)
Sábado, 04 Sep 2010
México, D.F.
Jorge Raúl Nacif | Foto: JRN
Momento del gran puyazo de César Morales
Muchos los conocen como los "malos de la película" y generalmente se llevan los silbidos de la afición, pero hoy, el picador César Morales recibió una ovación de lujo gracias a la soberbia forma en la que cuajó la suerte de varas ante el tercero de la tarde en Arroyo.
El de Huichapan miraba al caballo en el centro del ruedo, pero no decidía la arrancada. Entonces, en un acto de inspiración, el picador se quitó el castoreño y lo lanzó hacia el ejemplar, que de inmediato acometió y se estrelló con fuerza en el peto, ante la emoción de la afición.
César aguantó bravíamente la reunión y hasta se dio la oportunidad de ejecutar la antigua suerte de quitar la divisa del morrillo del astado, para retirarse al patio de cuadrillas en medio de la ovación más sonora de toda la tarde, pues no hubo mucho más que contar.
Y es que el serio encierro de Huichapan no se prestó mayormente para el lucimiento, no siendo fáciles para la bien dispuesta cuarteta que hizo el paseíllo en esta octava novillada del serial, novilleros que se quedaron con las ganas de triunfar.
El primero de la tarde tenía un peligro sordo que jamás dejó que César Ibelles se confiara, aunque en realidad estructuró una faena con cabeza y no se metió en apuros, resolviendo la papeleta ante este novillo que se emplazó desde salida y llegó violento a la muleta.
Tomás Cerqueira demostró el oficio bien aprendido y le sacó algunos buenos derechazos al segundo de la tarde, que a la mitad de la faena se echó, como no importándole la lidia. Aquerenciado su enemigo cerca de los toriles, el francés pisó terrenos comprometidos, ganándose el reconocimiento popular.
Jugando bien los brazos a la verónica inicio su labor el ecuatoriano Juan Francisco Almeida, que en el tercer tercio le fue paciente a un astado que también se echó, aunque tuvo nobleza. Tras mucho insistir, ligó dos buenas series con la mano diestra, tapándole bien la cara y dando los pasos justos entre los pases. Lástima que pinchó, pues quizá pudo haber petición de oreja.
Adrián Padilla, ante un novillo que tenía más movilidad que sus hermanos pero se acostaba por el lado derecho y más que embestir arrollaba, estuvo firme y siempre intentando hacerle la faena, consiguiendo algunos naturales de bella factura. Batallando ante las condiciones del burel, el de León le echó afición y, de no haber fallado con el acero, su actuación hubiera trascendido más.
Ficha México, D.F.- Plaza Arroyo. Tres cuartos de entrada en tarde nublada y fresca. Novillos de
Huichapan, bien presentados, pero de poco juego en su conjunto. El más rescatable fue el 3o., que tuvo nobleza. Pesos: 422, 429, 438 y 418 kilos.
César Ibelles (grana y oro): Silencio tras aviso.
Tomás Cerqueira (negro y oro): Ovación.
Juan Francisco Almeida (grana y oro): Palmas tras aviso.
Adrián Padilla (lila y oro con remates negros): Silencio tras aviso .Incidencias: El picador
César Morales ejecutó un gran puyazo al 3o. y se retiró en medio de una sonora ovación
Comparte la noticia