Alfredo Ríos "El Conde" sufrió una cornada ayer en Santiago Tezontlale, Hidalgo, donde un toro de Darío González lo trincó cerca de uno de los burladeros, y fue intervenido al filo de la medianoche en el Sanatorio Durango de la Ciudad de México, por el doctor Jorge Uribe.

"Fue una cornada muy extraña, porque no pude darle ni un lance al toro. El percance sucedió cuando lo pasaron de largo por un burladero y al echar el banderillero el capote hacia arriba, me tapó la cara, pero en vez de que el toro siguiera de largo volvió sobre las manos y yo estaba un poco afuera del otro lado de la tronera, y fue ahí donde me echó mano".

La cornada se localiza en la parte media del muslo izquierdo, y el pitón alcanzó también ha golpear la bolsa escrotal y el muslo derecho, según lo explica el propio matador tapatío:

"No me dolía y decidí salir a torear al toro, pero comencé a sangrar y como ahí no había un hospital en condiciones, pensé que era mejor venirme a México. Pedí un guante y me metí el dedo en la herida para comprobar que no tuviera trayectorias. Entonces venimos en conche y la operación comenzó como a las doce de la noche".

El Conde lamenta el percance que le quita de torear esta tarde en San Cristóbal Ecatepec, donde Alfredo Gutiérrez ocupará su lugar para alternar con Leonardo Benítez.

"Esta es la cuarta cornada que tengo en mi carrera, y también me han patido los huesos cuatro veces; lo que más me duele es no poder torear hoy en Ecatepec, pero voy a estar listo para reaparecer en Teziutlán, en un cartel muy bonito al lado de Zotoluco y Jerónimo", comentó.

En el festejo donde fue herido Alfredo Ríos, su compañero de cartel, Manolo Mejía se vio obligado a matar tres toros, y cortó dos orejas al segundo, y en los demás fue ovacionado.