El gran aficionado Evaristo Osuna González falleció el domingo 13 de julio a los 88 años en Monterrey, por lo que su partida ha generado consternación en el medio taurino local, sobre todo en el seno de la peña taurina El Toreo, una de las más prestigiosas del país a la que pertenecía desde su fundación.

Don Evaristo nació en Monterrey el 27 de agosto de 1937, curiosamente el mismo día que se inauguró la plaza Monumental, con aquel mano a mano entre el maestro Fermín Espinosa "Armillita" y Lorenzo Garza, con toros de La Punta. Era hijo de don Evaristo "Tito" Osuna, fundador de la peña y Neva González.

Se graduó como ingeniero en la Escuela "Álvaro Obregón" y ejerció su carrera por décadas. Apodado el "El Gringo", por sus conocidos y amigos más cercanos, Osuna González vivió con pasión la Fiesta Brava a lo largo de toda su vida. Sus primeros recuerdos se remontan a la plaza El Coliseo, allá por los años 40, en donde participaban como empresarios don Remigio González y don Joaquín Guerra González, ambos con una gran trayectoria en la Fiesta.

Su afición inició a los seis años, cuando toreaba de salón en la azotea de su casa, en la Colonia Vista Hermosa, y a la edad de 12 toreó su primera becerra en la ganadería de Golondrinas.

Fue presidente de la peña El Toreo en dos ocasiones y era el último socio fundador con vida. Además, participó en muchos festivales de aficionados prácticos y capeas. También fue asesor del juez de plaza José Luis Salgado, en la Plaza Monumental Monterrey, en la década de los años 90. Fue un aficionado crítico e incisivo, como su padre, al que le gustaba analizar la Fiesta de una forma muy particular.

Su funeral tendrá lugar el viernes 18 de julio, con una misa de cenizas en la Parroquia Santa Engracia, de San Pedro Garza García, a las 19:30 horas. Desde esta redacción enviamos nuestras condolencias a su esposa doña Rosa María, y a sus hijos Rosa María, Roberto, Evaristo y Claudia, así como a sus nietos Carlos y Cynthia, nietos y demás familiares. Descanse en paz.