Amigos y familiares cercanos acudieron a la misa por el cuarto aniversario luctuoso del empresario Chucho Arroyo, homilía en la que se recordó su extenso legado profesional, donde la amistad jugó un papel predominante alrededor de las distintas facetas que desempeñó a lo largo de su vida.

En este sentido, el sacerdote Jorge Luis Mora recordó anécdotas y pasajes del famoso restaurantero. Lazos afectivos que se concretaron en figuras como Julio Muñoz Cano, Rubén Fuentes, José Alfredo Jiménez, Jaime Rangel, Rafael Báez y un largo etcétera de nombres que convivieron junto a él a lo largo de su fructífera vida.

Su hijo Pepe, dueño y director general del Restaurante Arroyo, convocó a esta misa que fue amenizada por el Mariachi Continental, fundado en su día por el propio Chucho. Organización musical que con el tiempo le dio un carácter único a las novilladas organizadas en su plaza de toros.

Asistieron, entre otros,  Laura Arroyo Loyo, Rafael Herrerias, Sergio Reynoso, Pedro Haces, José Alfredo Jiménez hijo, así como los matadores Francisco Dódoli y Eduardo Liceaga. También se encontraban Leonardo Mendoza "Porres", Felipe Olivera, además de algunos de sus nietos, Eloy, José Mario, Alejandra y Mariana Arroyo Roa.