El encierro que mandó la divisa hidrocálida de Medina Ibarra, para ser lidiado en el municipio de Jesús María en el marco de la novillada de Reyes Magos, ha tenido un resultado bastante positivo, pues los seis cumplieron al caballo y permitieron estar a los toreros en términos generales, un poco menos el lidiado en quinto lugar que correspondió al diestro capitalino.

Bonito el saludo capotero de Paco de la Peña, toreando por verónicas y luego dio paso al juego de brazos por chicuelinas. Comenzó su faena rodillas en tierra donde trazó algunos muletazos por alto y otros más toreando por el derecho. Ya puesto en pie ahora fueron dos tandas más por el mismo pitón, un tanto atropelladas al no dar la distancia adecuada al novillo que exigía otra lidia. Cambió de mano para torear por al natural, corriendo la mano y ahora si encontrando el sitio y la distancia correcta.

El novillo tenía la fuerza necesaria para acometer a la muleta del capitalino que poco a poco fue haciendo una faena del agrado del público, pues hubo variedad en ella. Culminó su labor con una estocada entera, actuación general que bien pudo ser premiada con una oreja, pero ante la insistencia del respetable se le concedió la segunda. 

El segundo de su lote acusó debilidad, lo que sugirió que De La Peña lo toreara por alto y con medios muletazos para ayudarlo en medida de lo posible, pero el novillo se quedaba corto, mermando las ansias de triunfo del esteta. 

El primero de los hidrocálidos; Efrén Rosales, un torero que gana experiencia y oficio con el pasar de los años, tranquilo y gustoso se le mira por el redondel, con esa sonrisa muy característica llena de energía que contagia en los tendidos, tal como contagió al ejecutar un bonito quite por gaoneras. Estéticos los doblones con muleta en mano, mandando en cada trazo.

Los mejores momentos de la faena los realizó al torear por el pitón derecho, largos y profundos, no así por el pitón contrario, donde el novillo no tenía la misma emotividad. Faena en su justa medida que es culminada con una estocada entera, cortando una oreja de ley.

Entonado continúa con el cuarto de la tarde, en otra faena de gran manufactura, donde el torero se relaja y aprovecha las buenas maneras del novillo que acomete con fijeza al engaño, siempre le dejaba la muleta puesta para hacer el toreo ligando. Una faena que lastimosamente terminó con el mal manejo del acero de Rosales, quien dejó escapar la Puerta Grande. 

El segundo de Aguascalientes es Daniel Prieto, quien se apretó los machos desde el primer contacto que tuvo ante el de Medina Ibarra, ejecutando una larga cambiada de rodillas para posteriormente torear por verónicas a pies juntos. Realizó un quite un tanto apresurado por zapopinas, para luego cubrir el segundo tercio muy a su estilo, es decir, con facultades.

La faena mantuvo el interés de público asistente, aunque por momentos el torero adelantaba un poco la muleta quedando descubierto y haciendo que el novillo hiciera por él, pero lo fue metiendo de a poco, logrando tandas de gran calado. Estocada entera luego del pinchazo arriba, suficiente para que se le otorgara una oreja. 

Quería asegurar la Puerta Grande, por lo que se  fue a recibir en los medios al segundo de su lote, rodillas en tierra pegó una larga cambiada para luego dar paso al toreo por verónicas a pies juntos. También le pegó un vistoso quite por gaoneras. 

Su segunda faena causó más revuelo en los tendidos, pues el torero estaba entregado con la gente, el novillo acudía una y otra vez mientras tuviera muleta frente a él, por ambos pitones las tandas gozaron de gran calado, llegaba la hora de entrar a matar, pero por desgracia, se puso pesado con el acero, dejando escapar la salida en hombros.