Los boletos para las corridas de José Tomás los días 3 y 12 de junio en la primera plaza del mundo se habían agotado como pan caliente. Ahora, en las calles de Madrid hay añoranza y especulación ante su nueva, e inesperada ausencia.

Y es que no sólo los medios de comunicación se cuestionan acerca de la eficiencia de la enfermería y del cuerpo médico hidrocálidos, sino también los viejos aficionados, o mejor dicho, los aficionados viejos.

Vamos, esa cornada tenía intención de ser mortal y no lo fue; y mejores resultados de los que se han obtenido –no hace falta ser médico para autorizar a presumirlo–  quizá sean poco probables. Así lo manifestó el médico Alfredo Ruiz al diario español El País, que dedica un gran espacio a los datos biográficos y a las opiniones de los médicos mexicanos que han atendido al de Galapagar, "Tuvimos lo que se necesitó. Ahí están los resultados", señaló el doctor Ruiz.

La prensa escrita dedica la información taurina, en su gran mayoría, al estado de salud de José Tomás.  Se especula si el diestro de Galapagar volverá a torear, y hasta cuándo, en caso de que así sea. ¿Volverá algún día al ruedo de Las Ventas?, se preguntan. 

La mayoría de las opiniones apuntan a que este percance no será suficiente para apaciguar el talante del diestro madrileño, pues como éste ya otras cornadas graves en su carrera.

Lo cierto es que la afición madrileña ha encontrado consuelo en las comparecencias de El Juli y de Morante de Puebla en Las Ventas, para las que hay, también, gran expectación y las que servirán para saciar, en la medida de lo posible, la ausencia de José Tomás.