Muere Óscar Domínguez, de Golondrinas
Como consecuencia de un cáncer de pulmón que padecía hace tiempo
El ganadero Óscar Domínguez falleció este domingo en un hospital de Houston, a los 60 años, tras haber librado una dura batalla contra un cáncer de pulmón que le aquejaba desde hace unos dos años y medio, y su partida deja un hondo pesar no sólo en el gremio de los criadores de toros de lidia, donde gozaba de respeto y prestigio, sino también en el ambiente taurino de Monterrey.
Nacido en Monterrey el 4 de octubre de 1962, su formación como ganadero tuvo lugar al lado de su padre del mismo nombre y con su partida, se extingue otro de los pilares de esta generación de ganaderos de Lampazos de Naranjo, Nuevo León, donde está enclavado el rancho, uno de los más representativos del norte de México, tanto por la larga historia de su labor en la crianza del toro, sino por los numerosos triunfos conseguidos por Golondrinas a lo largo de varias décadas.
La formación universitaria de Óscar, que era ingeniero agrónomo zootecnista del Tecnológico de Monterrey y conocía ampliamente la genética del toro, su alimentación y sanidad. Además, realizó una maestría en Ciencia Animal en la Universidad de Texas, y desde antes de la muerte de su padre (acaecida el 14 de julio de 2021, a los 93 años), ya se había hecho cargo por completo de la ganadería con un concepto de selección distinto y con sello propio.
De hecho, en los meses recientes importó una punta de siete vacas de Victoriano del Río para empadrarlas con sementales de encaste Domecq, vía Jaral de Peñas, con los que ya venía trabajando con una enorme ilusión,
Amante del campo y todo lo relacionado con los toros, también había incursionado en una pequeña yeguada de caballos lusitanos, tal y como lo comentó en el reportaje de Conexión México que se publicó en este portal, y que invitamos a ver porque en este trabajo periodístico se refleja la mentalidad de un hombre sensible y un ganadero escrupuloso al que vamos a echar de menos.
Este miércoles 9 de agosto, a las 20:00 horas, se llevará a cabo una misa en su memoria, en el Templo de Reina de los Ángeles, en San Pedro Garza García, Nuevo León. Posteriormente, cuando sus cenizas lleguen a Nuevo Laredo, Texas, su lugar de residencia, se oficiará otra misa para que puedan acudir sus amigos de allá.
Desde estas breves líneas enviamos nuestro más sentido pésame a toda su familia, especialmente a su esposa Susana González y a sus hijos, con los que tanto disfrutó de su rancho y a los que les inculcó su pasión por el toro bravo. Descanse en paz.