Los seis novilleros que partieron plaza esta tarde en la "San Marcos", tuvieron un examen duro de acreditar, pero lograron estar por muy por encima de las condiciones de sus novillos, cada uno con sus argumentos, derrochando valor y afición al por mayor, un encierro muy bien presentado el enviado por la divisa hidrocálida de El Greco, tratándose sobre todo de jóvenes con poco rodaje, encierro que por cierto, resultó bravo en el tercio de varas.
Grata fue la presentación de Enrique Melchor, quien tuvo a bien el novillo de la tarde, el cual borró lo que sus hermanos habían mostrado momentáneamente en el ruedo. Con el capote apenas y logró algunos pases para probar la embestida del bonito ejemplar de El Greco. Antes de comenzar su faena, brindó al maestro Joselito Adame, quien se encontraba en una barrera acompañado de su familia.
La primera tanda fue por el derecho, en la cual estuvo asentado y tomando confianza en sí mismo, la segunda resultó con mayor pulcritud, sometiendo en la muleta a un novillo que acudía con alegría y nobleza. Desde el callejón, el matador Alejandro Adame insistía que tomara la muleta por la diestra y le ganara la intención, Melchor asimiló la indicación y logró aprovechar las buenas condiciones de "Gran Amigo".
Antes de realizar la suerte suprema, Melchor se recreó toreando por naturales, siendo la tanda más coreada de la tarde. La faena estaba hecha, malamente pinchó al entrar a matar, luego dejó una estocada defectuosa, el público agradeció su actuación y lo invitó a dar una vuelta al ruedo.
Gustavo García "El Solito" llegó con sed de triunfo, en los medios rodillas en tierra, recibió al quinto de la tarde, para pegarle una larga afarolada, luego trató de torear por verónicas, no resultando del todo entonadas. Realizó el único quite de la tarde, el cual fue por saltilleras. El ejemplar de El Greco fue duramente castigado en varas.
Cubrió el segundo tercio con más afición que efectividad. Una faena de altibajos, el astado tenía trasmisión, pero el torero tardó en acoplarse, algunos enganchones que ensuciaban su labor, finalmente, ya con las zapatillas asentadas se sobrepuso al novillo que exigía firmeza. Apostó en la suerte suprema recibiendo, sin embargo, aunque la estocada fue entera estaba en mal sitio, valerosa actuación que fue reconocida entre gritos de ¡torero, torero!, mientras daba la vuelta al ruedo.
Antonio Magaña trató de torear por verónicas, ante un novillo que pasaba con la cara a media altura, incomodando al coleta. Ya con la muleta, sacó al novillo al terreno de los tercios, donde le plantó cara, apenas en el primer cite por el derecho, tremenda colada que dio "Vodis", y así sucesivamente cada cite una colada.
El novillo tomó la muleta por el izquierdo, donde Magaña logró algunos trazos importantes, además de muchos desarmes que deslucían su actuación, el astado comenzó a desarrollar mayor sentido, paradójicamente se le otorgó una oreja, y ante las insistentes rechiflas del público a manera de protesta, el torero con honestidad agradeció al juez y se deshizo de la misma.
Jorge Esparza también ha estado por encima de las circunstancias, ante un novillo que resultó espión y que esperaba el menor descuido del torero para hacer usos de sus astas. Este ejemplar de El Greco, no quiso nada por el izquierdo, por lo que el coleta de Aguascalientes optó por una faena derechista, logrando los olés en los tendidos.
Esparza tenía que reponerse a la brevedad entre pase y pase porque el novillo acortaba el viaje, un trasteo que fue malogrado por la espada. Al tomar el descabello, el astado no descubría, por el contrario, lanzaba violentos derrotes, lo que complicó pasaportar a "Maetro".
Alejandro Moreno sorteó un mal novillo, que pegaba coladas al por mayor, tuvo que aparecer la maestría de Alejandro Prado para torear con mando. Un brindis generalizado, y luego intentar hacer faena a un ejemplar que se desentendía por completo del engaño y arremetía en contra de la humanidad del torero. Intentó por un lado y por el otro, de una manera y de otra, el resultado fue el mismo.
"A tragar", fue prendido de fea manera hasta en cuatro ocasiones, maltrecho y sin mirarse la ropa continuó hasta el final, se precipitó al entrar a matar por lo que pinchó, en una segunda instancia y de manera suicida, entró a matar sin muleta, siendo violentamente golpeado. Con la ropa manchada de sangre y una cornada en el muslo derecho, agradeció una cálida ovación, fue ayudado por Víctor Mora y Aldo Navarro para abandonar la plaza.
Manuel González tuvo toda la disposición y en sus manos no quedó, pero el de El Greco poco le ayudó. Cubrió el segundo tercio de manera accidentada, pues al colocar el segundo par fue arrollado, sin consecuencias mayores.
Con la muleta trató de hacer faena, pero el astado fue complicado por ambos pitones, en varias ocasiones el torero se vio comprometido, pero logró salir avante, incluso al entrar a matar, el novillo hacía por el torero bruscamente, desarmándolo en una ocasión por lo que tuvo que hacer un quiebro y quitarse del viaje, pasó algunas fatigas para lograr que el novillo doblara.