Hoy, por la disposición y entrega de la terna anunciada pudo haber sido en la plaza "Nuevo Progreso" una tarde más premiada. La verdad es que el hierro de De La Mora no tuvo las condiciones que le hemos visto otras jornadas. No, no hicieron cosas feas los ejemplares de esa casa pero tampoco fueron la mejor materia prima de una gran faena. La tarde salió adelante, por la solvencia y oficio de El Conde, la entrega y ben momento de Leo Valadez, y la disposición de Sebastián Castella.

El bonito primero de la tarde tuvo corto recorrido en la muleta de Alfredo Ríos –quien vistió un terno de la aguja– trató de realizarle a "Amoroso" un buen trasteo por ambos lados, mas no había tela. Cubrió el segundo tercio, con Leo Valadez como invitado.

El segundo de la tarde fue ruidosamente protestado por el respetable, y al parecer, esa fue la razón por la cual la autoridad de plaza lo echó para tras. El pecado del toro fue estar ligero de carnes, degollado, y cariavacado. Su edad y puntas eran evidentes y su tipo, muy mexicano. El segundo bis (mas armado) incluso tuvo, según el cartel de anuncio, 25 kilos menos, pero más serio por delante. Con "Brujo" se prodigaron, tanto las cuadrillas, como el torero francés Castellá. Aunque el arranque de la faena (cogido de las tablas para torear por alto y rematar por bajo en los medios) ésta se apagó debido al corto recorrido del astado, que no permitió mayor lucimiento.

Con el tercero de la tarde, el aguascalentense correspondió con El Conde la invitación a cubrir el segundo tercio. Pero en la muleta "Bribón" se volvió más probón aún. Leo buscó fijarlo y llamarle fuerte con la voz. Pero no respondió el ejemplar.

Con el cuarto de la tarde pareció acelerarse la cuesta abajo, ya que el toro más serio del encierro: 535 de romana, apretado de carnes, bien armado, y serio por delante, se fracturó de salida el pitón derecho en un burladero, para perderlo en otro. Mas como suele suceder, el sustituto (un toro de otro hierro: Boquilla del Carmen) cambió la dirección del festejo. Ligero de carnes, pero armado y astifino hasta decir basta propició una buena faena de El Conde. Luego del castigo en varas vino un quite combinado de gaoneras y fregolinas. 

Al coger la muleta comenzó con estatuarios entre las líneas del tercio, para rematar por bajo, con ritmo y temple, por el lado izquierdo. "Franciscano", al igual que el espada tapatío iba de menos a más y Alfredo Ríos se dio el lujo de hacer el teléfono. Redondeó la faena con toreo por la diestra, y una dosantina. Broche de manoletinas y una estocada entera al primer intento. 

El palco le otorgó una oreja a la faena de la tarde. Con el quinto de la tanda, Sebastián Castellá, se apretó los machos; pero al final "Mar de Nubes", un toro precioso, de pelaje cárdeno claro, girón, calcetero, coletero y careto… se desinfló. Recibió el francés una bien merecida ovación.

Durante la lidia del sexto, Leo Valadez todo lo intentó. Cubrió el segundo tercio con lucidez, se fajó con la muleta, a pesar que el de De La Mora se dio a sosear. Pudo alborotar el cotarro al torear por luquesinas. Entera al primer intento y una oreja cortesía del palco.

Par el domingo 5 de febrero, la empresa anuncia a las 16:30 horas, un encierro de Los Encinos que será interesante verlo, porque hace un buen tiempo que no lidia el licenciado Martínez Urquidi, prácticamente desde enero del año pasado por lo que, seguramente, tendrá en el campo un encierro muy elegido, de tipo y nota, para esta importante cita. El cartel lo componen,  Arturo Macías –triunfador de esta plaza– y el peruano Andrés Roca Rey, en suma a la presentación como matador del torero lagunero Arturo Gilio.