La corrida de hoy en la Monumental Monterrey estuvo a años luz de aquellas grandes tardes de triunfo y algarabía cuando se festejaba con bombo y platillo el aniversario de la Plaza. En su festejo por los 85 años de haber sido inaugurada, la lluvia que cayó con intensidad en la ciudad unas horas antes le jugó una mala pasada al veterano coso pues la gente se ausentó de los tendidos a la hora buena.
Y en lo artístico solo se destacan los buenos deseos que el día anterior expresó Gerardo Adame por iniciar una rivalidad con su paisano Juan Pablo Sánchez en las filas de los matadores, pues al final, cada uno en lo suyo logró salir avante, pero sin trofeos.
Hizo su presentación también en esta plaza el queretano Juan Pedro Llaguno, el más nuevo del cartel, y cayó de pie ante la afición pues tiene carisma y unos deseos desbordantes por compartir esa expresión artística que supo atrapar la atención del conocedor en su recta final como novillero y en su misma tarde de alternativa, hace ocho meses en la Plaza México.
Sin embargo, para los tres toreros la noche no fue fácil y, en distintos pasajes de la corrida, los toreros tuvieron que emplearse a fondo para agradar al público. De hecho, en este tenor fue la faena que Juan Pablo le hizo a su segundo enemigo de nombre "Regiomontano", que era tardo para embestir y que al final acabó por entregarse a los muletazos de-le-trea-dos que le arrancó el hidrocálido y con los que se podría decir que rompió la noche.
Metido literalmente entre los pitones, Sánchez apostó por la cornada o el triunfo pues había que entregarse a un público cálido y receptivo que ansiaba ver salir por la puerta grande a un torero en la noche del aniversario.
Ya por dosantinas o muletazos por la espalda, Juan Pablo estaba extasiado de bien torear y remató la faena con un escalofriante cite de hinojos y con los pitones del burel apuntándole a la altura del pecho. Fue una lástima que con la espada perdiera la oreja que ya tenía ganada, al pinchar en dos ocasiones previas, cambiándola por una aclamada salida al tercio, tras cuajar la mejor faena de la noche y dejar su huella en Monterrey.
Su faena al que abrió plaza, un toro noble y recorrido, era también de premio. En esta se vio la clase de Juan Pablo en tres tandas cortas por el derecho y dos por naturales, rematadas con el forzado de pecho o algunos desplantes. Tendrá que dedicarle más tiempo al carretón pues no es posible que la espada le arrebate los triunfos.
Quien sí estuvo certero con la tizona esta noche fue "su rival" y paisano Gerardo Adame, aunque aquí fue el juez quien le escamoteó el trofeo.
Bien estuvo en su primero el torero de dinastía en una faena de buen gusto por ambos lados en la que fue su tercera comparecencia en tardes de aniversario. Es Adame un torero que le cae bien a la gente que gusta de disfrutar ese toreo macizo, de calidad, bien plantado y sin chaladuras.
Lo que le hizo el quinto de la noche fue también digno de reconocimiento pues, aunque tampoco fue el mejor toro, Gerardo le sacó partido por ambos lados, mientras el bovino se le metía hacia los adentros. Pero Adame no se cansó de porfiar y por momentos lograr muletazos de trazo largo y templados que se quedaron en la retina. Abrochó la labor con molinetes de rodillas y ajustada serie de manoletinas. Al oficiar con la espada se fue con decisión por derecho sepultando una ración casi entera que fue suficiente y sin puntilla.
La petición generalizada no se hizo esperar, pero otra vez don Antonio Quiroga Escamilla le negó la oreja. Entre aplausos, Adame agradeció la meritoria vuelta al ruedo.
De Juan Pedro Llaguno vale la pena consignar que se trata de un joven torero en vías de madurar. En apenas su novena corrida como matador, Juan Pedro dejó constancia de que no pasará mucho tiempo antes que salga en son de triunfo de la Monumental regia, pues cualidades las reúne. Sabe dibujar bien los lances con parsimonia, es un innato rehiletero y con la franela apunta calidad de la buena. Fue una pena que su primero haya sido tan deslucido y rajado y que el que cerró plaza tampoco le diera posibilidades de triunfo, a pesar de su esfuerzo y voluntad.
Ahora habrá que esperar hasta el viernes 23 de septiembre cuando se anuncia otro festejo temático, la primera corrida charro-taurina en la que están anunciados el rejoneador Fauro Aloi y los matadores Uriel Moreno "El Zapata" y Sergio Garza, ante un encierro de Guanamé.
Ficha Monterrey, N.L.- Plaza "Monumental Monterrey". Corrida del 85 Aniversario. Menos de un cuarto de plaza en noche agradable después de un aguacero que cayó tres horas antes y ausentó al público. Toros de San Miguel de Mimiahuapam. Bien presentados, complicados en términos generales. Pesos: 535, 470, 486, 484, 492 y 485 kilos. Juan Pablo Sánchez (sangre de toro y azabache): Palmas y ovación. Gerardo Adame (corinto y oro): Palmas y vuelta.
Juan Pedro Llaguno (blanco y oro): Silencio tras un aviso y ovación. Incidencias: Edgar Camacho saludó una ovación tras buenos pares de banderillas al 5o. Por otra parte, tras el paseíllo, se tributó un minuto de aplausos en memoria de los ganaderos Corina Holguín de Domínguez, ganadera de Golondrinas, y por Luis Quijano Domínguez, ganadero de La Playa, fallecidos recientemente. Al final del festejos, Sorayda Hernández, directora la revista Cuarto Tercio, entregó el trofeo a Juan Pablo Sánchez por la mejor faena.