La gran hazaña de Curro Rivera en Madrid (II)
Lunes, 23 May 2022
Monterrey, N.L.
Martín Banda | Infografía: LM
Texto en recuerdo por sus cuatro orejas en Las Ventas
La grandeza de Curro Rivera no fue solamente en el ruedo, sino aún más, fuera de este, ya fuera como civil, de aficionado y en la calle. El matador en retiro Polo Meléndez, quien fue su compañero en el ruedo y apoderado después por mucho tiempo, narra una anécdota que el mismo diestro le contó en alguna ocasión.
Fue el día que Miguel Espinosa "Armillita" le cortó las dos orejas a un novillo en Madrid, en el homenaje a Julio Robles y en el cual Curro había estado presente en el tendido.
"Me dijo Curro que a su lado estaba un aficionado que le dijo:
– "Hombre, Armillita es un buen torero, torea muy bien, pero lo que le hizo hoy a este novillo que se lo haga a un toro y vestido de luces. Vino Curro Rivera, ¡que ese sí fue un tío y lo vi el día que cortó cuatro orejas!".
Y Curro le respondió:
–"Yo estuve aquí".
– "Ah! ¡¿usted también lo vio?!"
Curro nunca le dijo "yo soy Curro Rivera, el que cortó las cuatro orejas". Esa era la sencillez de Curro Rivera. El aficionado se paró y se fue, nunca supo que estuvo al lado de Curro Rivera", narró Meléndez esa peculiar anécdota.
Otra similar la cuenta el también matador de toros Rafael Rivera Villanueva, hijo de Curro.
"Mi papá nos llegó a contar que en un viaje que hizo a España, caminando por la calle se quiso lustrar los zapatos. En la plática con el bolero y habiéndole dicho que era matador de toros de México, el bolero le dijo que él vio un día torear a un matador mexicano que cortó cuatro orejas.
Mi padre era una persona muy sencilla y no le dijo quién era. Imagínate esa anécdota, que te digan eso y se expresen de esa manera, es algo muy bonito".
Polo Meléndez, quien fue muy cercano al matador, cuenta que, de acuerdo a Rivera, la corrida de las cuatro orejas fue un éxito desde el primer toro hasta el sexto.
"Lo que me dijo Curro fue que, en el segundo toro de él la gente a coro decía "rabo, rabo, rabo" y no se lo quisieron dar, ya te imaginaras. Los aficionados viejos en España dicen que los toreros mexicanos más importantes que han ido a España son cuatro: Rodolfo Gaona, Carlos Arruza, Fermín Espinosa y Curro Rivera, quien fue un torero de grandes éxitos y obviamente un fuera de serie.
"Esos triunfos de Curro en España nadie los ha vuelto a hacer. Se habló de las cuatro orejas de Curro cuando José Tomás las cortó en Madrid. La grandeza de Curro fue en todo el medio, fue un gran triunfador. Era demasiado sencillo, siempre con una sonrisa en la boca, muy tratable, nunca de los nunca fue creído, ni pedante, siempre anduvo con su sencillez por todo el mundo, por eso fue muy querido", agregó Meléndez, quien fue su apoderado de diciembre de 1983 a noviembre de 1992 cuando se retiró.
Como familia, su hijo Rafael Rivera Villanueva, también matador de toros, señala que hace unos días, observando una corrida por televisión de la Feria de San Isidro, recordó a su padre.
"Recientemente lo sucedido con El Juli en Las Ventas, me hizo recordar lo que logró en ese ruedo mi padre. Son esas tardes que quedan grabadas en la historia del toreo y él así me lo expresaba, con un sentir y como un recuerdo muy bonito de haber logrado eso", dijo el también matador potosino.
Agregó que es momento en que como aficionados y toreros se sigan recordando tardes como esa, de toreros que se hicieron figuras y de tardes de gloria que no deben olvidarse de la memoria.
"Debemos pensar en cómo unirnos como taurinos para seguir promoviendo eso. Cómo revivir esa parte de la fiesta y enseñarles esta cultura a las nuevas generaciones. Debemos transmitir de alguna manera esas sensaciones tan bonitas y poder seguir impulsando nuestra fiesta", agregó.
Por su parte su sobrino y actual matador Fermín Rivera, comenta que era muy niño cuando su tío falleció, pero sí le tocó vivir en la ganadería las pláticas que Curro les daba a sus alumnos, muchas veces en presencia de su abuela, que era española.
"Mi abuela siempre recordaba lo de Madrid y lo que hizo en España. Mi tío Curro, cuando hablaba de eso, sí era algo que veía que era algo distinto en él, en su expresión, el orgullo que sentía el haber logrado esas campañas y ese triunfo tan importante en particular, que no es nada sencillo para ningún torero igualarlo y menos para un extranjero.
Me hubiera gustado tratarlo con cierta madurez yo, pues era muy niño y en ese momento no opinas, solo escuchas. Pero trataba de comprender lo que decían, aunque sí se quedan muchas cosas grabadas que pasando los años te quedan esos flashbacks de recuerdo".
Le contaba su abuela, a quien todavía gozó ya más jovencito, que su tío Curro era tan sencillo y con tanta humildad que si se lo contaba a sus alumnos era para motivarlos y decirles que si llegaban a una plaza importante era porque Dios así lo quiso y que estaba en ellos aprovechar la oportunidad como la tuvo él en Madrid aquella tarde.
"Como familia y como profesional veo que no le han dado ese lugar a mi tío Curro, no como figurón del toreo que fue, sino por lo mediático de ese tema. Creo que necesitamos enseñarles a las nuevas generaciones lo que fue como torero, un torero de época, pero con un palmarés impresionante. El 22 de mayo de 1972 es histórico para Curro Rivera y para el toreo de México", sentenció el joven matador de dinastía. Continuará...
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