El becerrista apizaquense Juan Pablo Ibarra, a sus 14 años de edad, ya tiene claras las ideas en lo que pretende lograr para su carrera, producto de las buenas bases que tuvo desde sus inicios con su primer maestro, el banderillero retirado Jesús Villanueva.

Heredó de sus padres la afición a los toros, acrecentándola viendo corridas desde niño y asistiendo en muchas ocasiones a la plaza, lo que contribuyó a que se fuera inclinando por aprender a torear, de manera que empezó a hacerlo a los 10 años en el ruedo de la Monumental Rodolfo Rodríguez "El Pana" de su tierra natal, bajo las enseñanzas del maestro Villanueva.

Fue así como hizo su debut de becerrista en la capital rielera el 30 de diciembre del 2017, habiendo actuado en diversas poblaciones y plazas de importancia como la "Santa María" de Querétaro, la de Tlaxcala y la Monumental Plaza México, en fecha más reciente.

Juan Pablo ha sumado 13 festejos en público. Además de haber tenido la oportunidad de torear en el campo alrededor de 45 novillos en varias ganaderías como Los Encinos, San José, Fermín Rivera, Montecristo, Zotoluca, Rancho Seco, De Haro y Piedras Negras.

Comenta Juan Pablo que entre sus amigos hay algunos antitaurinos, más que nada por desconocimiento y él respeta sus ideas, sin embargo únicamente con su comportamiento y actitudes se expresa ante ellos.

Ya tuvo oportunidad de enfrentar astados más grandes en La Joya y Caparica, siendo en esta casa ganadera donde se decidió que fuera él quien enfrente al español Marco Pérez este sábado en Juriquilla, lo que le representa el mayor compromiso hasta ahora de su corta carrera. Tiene planes para debutar sin picadores este mismo año y, posteriormente, salir al extranjero para adquirir nuevas experiencias e ir madurando con vistas al futuro.