Banners
Banners
Banners

Mario del Olmo: 30 años de alternativa...

Lunes, 04 Abr 2022    Monterrey, N.L    Martín Banda | Foto: Archivo     
Se doctoró en la plaza de Texcoco el 4 de abril de 1992
Este lunes 4 de abril el matador de toros de Apizaco, Mario del Olmo, cumple 30 años de haber tomado la alternativa después de una exitosa campaña como novillero. Sin embargo, su carrera se marcó por las continuas fracturas que sufrió y que al final lo alejaron de los ruedos.

No obstante, Mario se ha desempeñado además como empresario, apoderado y ganadero, faceta en la que ahora ha comenzado a sumar satisfacciones.  

"Yo empecé a torear desde muy niño. A partir de los 10 u 11 años, mi papá me puso un maestro que era Félix Romero, quien fue banderillero de Carnicerito de México por allá en los 40 del siglo pasado, y que llegó a torear con todas las figuras de la época, como Luis Procuna, Lorenzo Garza y El Soldado. Él fue quien me enseña a torear y empiezo a echarme mis festivalitos, mis novilladas sin caballos y la verdad es que yo no tenía la inquietud de ser torero, me gustaba y aprendí a torear, entrenaba y toreaba mis novilladas, pero hasta ahí", cuenta en esta entrevista el torero nacido el 17 de septiembre de 1972.

Dijo que siguió con sus estudios y que no fue hasta que terminó la Preparatoria cuando decidió dedicarse de lleno a la profesión.

"Debuté en la Plaza México el 7 de julio de 1991 y ahí me cambió la vida. Llegué con 14 novillas toreadas, y esa temporada acabé toreando seis novilladas y corté cinco orejas en esta plaza. De golpe, todo se me vino arriba para bien".

Por esos años, el matador Manolo Martínez y una empresa cervecera fundaron el Gran Premio Novilleril "Cuauhtémoc-Moctezuma" parda dar toros en varias plazas de la república, y fue entonces cuando Mario conoció al maestro de Monterrey quien lo invitó a participar en el serial.

"En Torreón me gané un trofeo de la faena más artística, me dieron un premio la Cervecería y la anécdota es que con ese dinero pagué la mitad de mi primer coche. Acabé una temporada bastante interesante en todos lados y siendo novillero pude ir a Bogotá donde toreé dos tardes".

A su regreso, y ya con 55 novillas en su palmarés, la empresa Alfaga, que comandaba el matador en retiro Curro Leal, le ofreció tomar la alternativa en la Feria Internacional del Caballo, en Texcoco.

"Tomé la alternativa en Texcoco, el 4 de abril de 1992, con el toro "Flor de Canela", de Fernando de la Mora de manos de David Silveti y Miguel espinosa "Armillita", y empecé de cero, fue algo bastante difícil. Al poco tiempo pude confirmar la alternativa en La México, el 12 de diciembre de 1993, con el mismo cartel y una corrida de Real de Saltillo y corté una oreja en mi confirmación. De ahí vinieron triunfos, fracasos, cornadas, fracturas y en ese inter duré 12 años de matador toreando, pero después dejé de torear hace 18 años. Nunca me despedí, simplemente no volví a torear", señaló sin ningún dejo de amargura.

Volviendo a la tarde de su alternativa, le preguntamos si reamente se sentía listo para doctorarse aquella tarde en Texcoco...

"En ese momento sí. Pero hoy, viéndolo de lejos, te das cuenta de que no estaba preparado; no tenía ni oficio, ni técnica, ni rodaje para asumir después un rol tan constante, y eso hizo que me tardara un par de años para que llegaran los triunfos. Sí me costó ese paso, pero en ese tiempo así lo vi, así lo decidí y son circunstancias que no puedas cambiar y hay que aceptarlas como fueron en su día". dijo.

Como coincidencia, tanto en su alternativa como en su confirmación, padrino y testigo fueron los mismos: David Silveti y Miguel Espinosa "Armillita Chico".

"Cuando me lo plantearon inmediatamente dije que sí, si me ilusionaba, los admiraba mucho. Con el maestro David conviví un poco más por el tema de cuando me lesionaron lo busqué, me aconsejó y me recomendó con algún médico. Fue muy cariñoso y las pocas palabras que recuerdo que me dijo es < que era una profesión, la más difícil del mundo y que siempre la asumiera con vocación porque me iba a dar muchas satisfacciones. Que la tomara muy en serio y que le metiera todo lo que saliera de mi alma. Siempre tuve el consejo muy atinado y muy de verdad ya que él tenía una filosofía de la vida muy especial.

Luego, cuando la confirmación fue igual. Dije que sí de inmediato. Era un cartelazo. Era un 12 de diciembre, fecha que siempre era para él, y además iba a reaparecer porque venía de una lesión. Seguro que iba a haber un ambiente muy bueno, de mucha expectativa y no lo dudé y esta tarde pude cortar mi primera oreja en la México".

En su trayectoria como matador Del Olmo, en esos 12 años que estuvo en activo calcula que habrá toreado unas 160 corridas en la provincia, y en la Plaza México aproximadamente 16, plaza donde cortó seis orejas como matador y cinco de novillero, además de haber salido a hombros dos veces, que antes se daban al calor de la afición, sin que hubiera el corte de dos orejas, como se ha hecho recientemente.

"La gente te llegaba a sacar a hombros cortando una oreja. Tuve una con el maestro Eloy habiendo cortado una oreja y una de novillero sin haber cortado nada en un Estoque de Plata. Ocho días antes, en la reaparición de Arturo Gilio que volvía después de aquella fractura en la pierna, me sacaron con una oreja. Solamente en dos ocasiones corté dos orejas, una de novillero y una más en una corrida, alternando con los maestros Jorge Gutiérrez, Miguel Espinosa y el propio Gilio, en una corrida de Javier Garfias.

Mi trayectoria en La México fue bastante buena y eso hacía que pudiera tener una vida en las plazas de la república por mis triunfos en esa plaza", recuerda.

Pero su carrera estaría marcada por los percances, como él mismo lo explica.

"Tuve percances muy fuertes, el primero fuerte una lesión en la rodilla izquierda que me sacó seis meses de circulación en 1996, otro en 1999 cuando un toro en la Monumental de Zacatecas me rompió el fémur en tres partes y me volvió a sacar tres meses y al año y medio tuve otra operación para quitarme 12 tornillos y tres placas que me habían puesto. Finalmente, en el 2003, un novillo me rompió el ligamento cruzado anterior de la rodilla que ya venía lastimado desde la primer lesión y estuve otros seis meses inactivo. Reaparecí y toreé un par de años, pero luego de una corrida en La México, alternando con Manolo Mejía y Cristian Ortega, no volví a torear.

Sumando los meses que estuve sin torear, deben haber sido como dos años fuera de circulación por las lesiones, es una realidad", expresó.

En su carrea tuvo como apoderados a Gabriel de la Torre "El Bigotón", a Quino Leal y a Adolfo Martínez Urquidi. Después, muchos años estuvo sin apoderado y manejo su carrera por su cuenta.

En el lapso que dejó de torear comenzó una nueva faceta, la de empresario y dio festejos en Puebla, dos años, en Teziutlán, Xico, Huamantla, Apizaco, Tlaxcala y Cholula y posterior a esta etapa comenzó una más, ahora como director operativo de las plazas de Monterrey e Irapuato, por invitación de Antonio Barrera, en las que permaneció durante tres años.

"También fui apoderado de Juan Pablo Sánchez y estuve con Pablo Hermoso de Mendoza dos temporadas y recientemente estoy con Alejandro Adame y con Octavio García “El Payo".

Proveniente de una familia ganadera, Del Olmo narra también esta etapa que ha comenzado de manera formal.

"Soy la cuarta generación desde mi tatarabuelo. Toda la línea de mi mamá y su papá viene de Piedras Negras, la primera ganadería que se fundó hace 150 años. 

Mi mamá realmente nunca fue ganadera, sino su papá, su abuelo... de ahí venimos. Me hice ganadero realmente por ellos ya que siempre me gustó mucho el campo. Y esta oportunidad, curiosamente, me llegó por otro lado: nos ofrecieron comprar unas vacas y me asocié con Enrique Núñez, estuvimos comprando vacas y la fundamos hace 7 años. Ahora tenemos más de 100 vacas y es un lujo haber debutado el 4 de febrero y la dicha de haber dado una vuelta como ganadero en mi debut junto con Enrique Núñez, por lo que estoy agradecido con Dios y con todos en esta nueva faceta de mi carrera", precisó.

"Me encanta la ganadería, me apasiona muchísimo, me gusta mucho más de lo que yo pensaba… Enrique y yo hemos hecho una buena mancuerna, nos entendimos rápido, tenemos los mismos gustos y creemos que es nuestra aportación, nuestro granito de arena en promover la fiesta y echarle un poquito de llama para que la fiesta siga viva. Es una forma de devolver lo que el toreo me ha dado, criando toros, así lo veo y así espero seguir en este medio tan bonito", finalizó.


Comparte la noticia