Las novilladas de selección causan particular interés en el aficionado, dado que los toreros tienen una sola carta sobre la mesa, señal inequívoca que saldrán a justificarse y a tratar de mostrarse, hoy no fue la excepción, ya que los seis novilleros han dejado gratas sensaciones, cada uno con sus maneras y con sus avances correspondientes, pero fue Daniel Prieto quien se despachó con la cuchara grande.
Y es que Prieto ha dejado claro que hay un diamante en bruto con un futuro prometedor, siempre y cuando se le sepa encaminar. Recibió a "Gladiador" en los medios de la plaza con un farol de rodillas, y luego replicó la dosis pegado en tablas. Más tarde ejecutó un alegre quite por zapopinas.
Para continuar con esa misma línea de novillero que venía a por todas, cogió las banderillas y cubrió el segundo tercio de manera magistral y fue ovacionado. De nueva cuenta, comenzó la faena de rodillas para pegar un cambiado por la espalda.
El novillo de El Greco se arrancaba a la distancia metiendo la cabeza con nobleza, una faena que caló fuerte en los tendidos porque toreó con largueza y temple, hasta que el novillo comenzó a salir con la cara un tanto arriba. Una vez más de rodillas, pero ahora para torear por manoletinas, Prieto quiso cerrar así su labor y fue prendido aparatosamente, hecho que conmocionó a la gente. De inmediato volvió a la cara del novillo para ejecutar la suerte suprema, y dejó una estocada algo tendida en la que se entregó de verdad. Cortó dos orejas y al final del festejo salió a hombros.
Juan Querencia toreó por verónicas, una chicuelina y un farol de rodillas, que fueron las cartas de presentación del novillero queretano hijo del matador del mismo nombre. También de rodillas inició su labor muleteril, y ya de pie mimaba al novillo de Puerta Grande que tenía calidad, pero carecía de fuerza. Así fue haciendo un trasteo con mucha suavidad, dándole los tiempos adecuados y las pausas.
Querencia sabe colocarse en la plaza, lo cual le permitió sacar el mejor provecho de "Panameño" cuando toreó, incluso, en algunos muletazos en redondo. Y como fue certero con la espada, eso le valió el corte de una oreja.
Gustavo García "El Solito" lidió a un novillo-toro que le puso las peras muy caras. Lo recibió de hinojos en los medios y luego intentó torear con capote sin lograr el acoplamiento, dado que el de El Greco tenía una embestida incierta. Era un ejemplar que quizá no estaba para hacerle un quite, pero El Solito dejó claras sus buenas intenciones y toreó por tafalleras.
Se veía complicado hacerle faena, pero el jovencito poblano se puso firme, a tragarle, y de ésta manera, poco a poco, le fue pudiendo al novillo. Había una sensación de peligro dadas las condiciones del ejemplar, que estaba muy pendiente de los muslos del joven coleta, quien en ese afán de extraerle muletazos fue prendido. Pero se levantó con valor y volvió a ponerse delante.
Culminó su labor toreando por manoletinas de rodillas, haciendo pasar miedo al aficionado. Con el traje destrozado y el cuerpo molido a golpes, pero con el corazón bien puesto, se entregó con la espada en una actuación bastante solvente.
Juan Del Castillo no quería dejarse ganar la pelea, así que se fue a los medios para recibir al quinto de la tarde con una larga cambiada, y al que posteriormente toreó por tafalleras. Luego realizó un ajustado quite por gaoneras. Cubrió el segundo terció de manera voluntariosa y pasó momentos de apuros cuando, al salir del primer par, se llevó una fuerte voltereta. Más tarde, Jonathan Prado cayó entrando a la tronera del burladero de matadores, quedando prácticamente a merced del novillo, menos mal que se tocó con Del Castillo y no hizo por el subalterno.
Con la muleta trató de agradar Del Castillo. El ejemplar tampoco brindaba las mejores condiciones para el lucimiento, pero fue asentándose. Por el pitón derecho protestaba, por ello le enganchaban reiteradamente la muleta. Y por el izquierdo ofrecía mejores opciones, pero tal vez no lo vio claro por ese lado y anduvo un tanto acelerado. Ahora bien, es cuestión de torear para ir ajustando esos detalles, pues por ganas no ha quedado.
Jorge Esparza cargó con la responsabilidad de abrir plaza, ante un novillo que se quedaba cortito, y resultaba incomodo torearlo. Cuando el hidrocálido lo intentó, el de El Greco se lo echó a los lomos. Fue tomando confianza conforme avanzó la faena y logró algunos buenos momentos, pero fue prendido de nueva cuenta. Volvió a ponerse delante, se le miraba maltrecho, pero el ánimo no decaía.
Lo intentó por ambos pitones y cuando le dejaba la muleta en la cara, el de El Greco acudía metiendo el morro, pues tenía bravura. A la hora de entrar a matar, Esparza dejó media espada tendida y fue ovacionado, al igual que el novillo en el arrastre.
Emiliano Ortega se presentó ante la afición hidrocálida pero, desafortunadamente, sorteó un novillo de Puerta Grande que no dio buen juego, pues salió manso, sin trasmisión. Sin embargo, el hijo del matador Carlos Ortega, que ha vivido en Sevilla desde chiquillo, mostró las buenas maneras que atesora, así como la técnica depurada, pues con capote se le vio asentado, mientras que con la muleta consiguió algunos muletazos de calidad. Habrá que verlo de nuevo en condiciones más favorables.
Ficha Aguascalientes, Ags.- Plaza "San Marcos". Cuarta novillada de la temporada. Poco más de tres cuartos de entrada, en tarde agradable. Cuatro novillos de
El Greco (1o., 3o., 4o., y 5o.), bien presentados, de juego desigual, de los que destacó el 3o. por su calidad y nobleza, y fue premiado con arrastre lento. Y dos de
Puerta Grande (2o. y 6o.), justos en presentación y variado comportamiento. Pesos: 379, 394, 362, 420, 348 y 358 kilos.
Jorge Esparza (rosa y oro): Ovación.
Juan Querencia (azul marino y oro): Oreja.
Daniel Prieto (sangre de pichón y azabache): Dos orejas.
Gustavo García "El Solito" (blanco y oro): Palmas.
Juan del Castillo (obispo y oro): Palmas.
Emiliano Ortega (blanco y plata con remates negros): Silencio tras aviso. Incidencias: El aspirante a subalterno
José Manuel López, saludó dos ovaciones en el tercio de banderilleras de 1o. y 2o., mientras que
Jonathan Prado hizo lo propio en el 2o.
Daniel Prieto invitó al ganadero de
El Greco, Carlos Salas Llaguno, a dar la vuelta al ruedo. Al finalizar el paseíllo se tributó un minuto de aplausos a la memoria de
Guillermo Ramírez "El Marvin" y de
Efrén Rosales, padre del novillero del mismo nombre, fallecidos en días recientes.