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El comentario de Juan Antonio de Labra

Jueves, 24 Jun 2021    CDMX    Juan Antonio de Labra | Opinión     
"...hay asuntos más urgentes que antender para reactivar al sector..."
El revuelo mediático que ha provocado la tentativa de demolición de la plaza "Santa María" de Querétaro, parece que sólo es una distracción de lo verdaderamente importante para la fiesta de los toros en esta etapa de crisis e incertidumbre, cuando todavía no encuentra su camino hacia un auténtico resurgimiento.

Porque si bien es cierto que a ningún aficionado le agrada la idea de que dicho coso sea presa de la piqueta, tampoco hay que desgarrarse las vestiduras cuando hay asuntos más urgentes que atender para que el sector taurino se reactive y comience a avanzar en una nueva dirección.

No hay que olvidar lo que sucedió con otras plazas en un pasado reciente, como fue el caso de "El Toreo" de Tijuana o "El Toreo" de Cuatro Caminos, que ya no se utilizaban y acabaron siendo demolidos debido a naturales intereses inmobiliarios, alejados de cualquier romanticismo utópico.

Cabe mencionar que en la Ciudad de México no dejó de haber toros al desaparecer "El Toreo", y tampoco Tijuana se quedó sin plaza y continuó con su actividad taurina. Paradójicamente, en la actualidad hay hasta tres cosos con capacidad de funcionamiento: la Monumental de Las Playas, la Plaza Caliente, y el recién acondicionado "Nuevo Toreo"… ¡quién lo iba a decir!

En el caso de Querétaro, ahí está la bella plaza de Juriquilla, que desde hace muchos años ha tenido una programación formal, a través de una gestión realizada con afición y cariño por la familia Torreslanda. Así que la ciudad de Querétaro no se quedaría sin toros, que sería lo peligroso.

Y quizá el aforo de Juriquilla es el más indicado para los tiempos que corren, en que no se necesita tener monumentales difíciles de conservar y costosas de operar, que ya no se llenan casi nunca salvo en contadas excepciones.

Al final, lo más significativo no es el número de plazas que pueda haber en un lugar determinado, sino la cantidad de festejos que se organizan al año y la calidad de los mismos. Eso es algo que debería importarle más al aficionado y a los profesionales.

La movida taurino-política que se está orquestando alrededor de la plaza "Santa María" resulta un tanto irrisoria, si se considera que el gobierno no va a ser responsable ni de que la plaza se conserve o se derribe, no obstante que en Querétaro exista una declaratoria de Patrimonio Cultural Inmaterial que, en términos prácticos o de efectividad, no deja de ser papel mojado.

Por otra parte, pensar que la demolición de la "Santa María" dará mejores armas a los antitaurinos para alentar su cruzada, es algo que no debería de preocupar tanto a los taurinos, ya que lo relevante sería que los empresarios dieran toros con fórmulas de mercadotecnia atractivas, sobre todo en aquellas plazas que contribuyen a enaltecer la imagen de un espectáculo que acabará el día que tenga que suceder, y no porque una plaza sea demolida.


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