La ganadera de La Playa, doña Bertha Domínguez Guajardo, falleció ayer a las 20:00 horas en Monterrey a la edad de 95 años y por causas naturales, por lo que deja un profundo hueco de dolor en su familia, ante la que siempre fue un ejemplo de entereza y afición.

En las últimas semanas comenzó a sentirse fatigada y cayó en cama. Desde entonces, su fuerza comenzó a menguar y, lamentablemente, ya no consiguió recuperarse.

Doña Bertha había nacido en Monterrey el 6 de junio de 1925, por tanto, hace apenas unos días había cumplido 95 años. Con su enseñanza, heredada de familia, también supo transmitir su amor por el campo a su descendencia, y estaba al pendiente de su rancho ubicado en el municipio neolonés Lampazos del Naranjo donde puso un enorme empeño a lo largo de tantos años.

Desde niña se sintió y fue ganadera, pues su familia ya criaba toros. En alguna época la divisa de El Jagüey estuvo a su nombre, y cuando su padre ya no podía escribir las notas de tienta, así como las nacencias y los empadres, ella se encargó de llevar los libros de la ganadería.

Doña Bertha era una apasionada de todo cuanto rodeaba a la crianza del toro de lidia, y pasaba largas temporadas en su rancho, donde disfrutaba las labores del campo, especialmente las tientas en las que tenía la oportunidad de conversar con los toreros, que siempre le prodigaron un gran respeto y cariño, pues era una mujer educada y muy afable en su trato.

A doña Bertha le sobreviven sus hijos Luis, Javier, Bertha y Mercedes, de apellido Quijano Domínguez, que también han sabido seguir los pasos de su madre, especialmente Luis, que se ha encargado de dirigir el destino de La Playa desde hace varias décadas en estrecha colaboración de su madre.

Desde aquí enviamos a todos ellos nuestro más sentido pésame por esta irreparable pérdida.