Habiendo empezado una ligera llovizna se ordenó la suelta del tercer toro, al que Angelino recibió con una larga de rodillas en tablas seguida de buenas verónicas. Arreció la lluvia y continuó toreando mientras en pocos minutos el ruedo quedó enfangado, y aún así clavó dos pares de banderillas con acierto.
En tales condiciones climáticas que dificultaban la lidia el matador apizaquense brindó a sus alumnos de la Escuela Taurina de Tetla, una faena que fue hilvanando con muletazos por ambos lados bien ejecutados, aprovechando las buenas condiciones del de Tenexac que fue bravo, con prontitud y claridad en la embestida. Colocó medio espadazo desprendido de efecto rápido para que viniera la petición y se le premiara con las peludas.
Con el que abrió plaza José Luis se vio algo apresurado al lancear dado que el toro repetía con codicia en la seda; fue mal picado con tres puyazos de diferente y defectuosa colocación ocasionando que llegara con menos recorrido en la muleta; inició el trasteo colocándose de inmediato la sarga en la izquierda pareciendo que veríamos cosas mayores, no fue así el animal se iba apagando por el castigo excesivo, agregándose las fallas del diestro con los aceros que se retiró en silencio.
Cuando Sergio vio que su paisano se le había ido por delante con las orejas, salió con deseos de darle la réplica desde que se abrió de capa para lancear, posteriormente vimos un buen puyazo de Juan Pablo González que lo midió bien. Ligó Sergio el torero de calidad y dimensión llevando siempre la muleta planchada y en series bien rematadas con pases diversos.
Señaló un pinchazo antes de la estocada contraria que bastó para que el toro doblara, aunque se reincorporó cuando se acercaba el puntillero pero volvió a echarse y entonces vino el cachetazo final, le concedieron una oreja.
El segundo de la tarde fue distraído y en general descastado saliendo por momentos suelto de los engaños, Sergio lo lidió acertadamente aunque poco le agradecieron pues los intentos por ligarle los pases fueron infructuosos; lo despachó con prontitud terminando su labor en silencio.