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El encuentro de dos mundos

Sábado, 01 Dic 2018    Quito, Ecuador    Santiago Aguilar | Foto: Andrea Grijalva         
El Fandi y Manzanares ofrecieron una gran tarde de toros en Latacunga
El emocionante encuentro de dos mundos dispares, que conviven en el universo de la tauromaquia, se vivió en la plaza de Latacunga a propósito del segundo festejo de la feria que acarteló en atractivo mano a mano de los toreros españoles David Fandila "El Fandi" y José María  Manzanares, en la lidia de toros de Huagrahuasi y Triana.

La simbiosis de escuelas taurinas contrapuestas se saldó con el corte de cinco orejas y con la mancuerna de lidiadores aupados por el personal al cabo de una tarde cargada de pasajes de buen toreo; pues, se sucedieron, sin solución de continuidad, el vibrante quehacer de Fandila y la pureza de Manzanares. 

Uno y otro, de acuerdo a su personal concepto, exhibieron sus mejores argumentos, en un cara a cara cuyo mayor ganador fue el público que llenó a tope las gradas del coso latacungueño.

Fue por delante El  Fandi  que obtuvo una oreja del primero tras una faena de intenso prólogo con el diestro de rodillas en tres lances de recibo, las chicuelinas siguientes dejaron a la res frente al montado;  tras el puyazo de rigor, el vistoso quite por navarras calentó el termómetro para permitir el lucimiento del torero en tres estupendos pares de banderillas.

Con la muleta,  el trasteo correspondió a las condiciones del astado que amagaba con eludir la pelea; sin embargo, la faena surgió desde la mano derecha en templadas series aderezadas con las manoletinas finales y el postrero corte de una oreja tras estoquear al primer intento.

En el tercero, el trofeo se repitió al consumarse un quehacer que tuvo mayor hilván y compostura; el manejo de la tela roja tuvo  ritmo y temple en una sucesión de cuatro series con la mano diestra que resultaron de buen trazo. Una estocada al segundo viaje aseguró la puerta grande para El Fandi que, otra vez, firmó una tarde redonda y consolidó el especial afecto que le ofrenda el público de la mitad del mundo.

Con expectación e interés la afición de estas latitudes asistió, al cabo de una década, al regreso de José María Manzanares; el tendido rebosante y la predisposición de la parroquia condujeron al arista de Alicante a dibujar una preciosa faena al segundo de la tarde. 

Desde el vertical saludo capotero a la verónica, hasta el exquisito manejo de la muleta en cuatro estupendas secuencias de naturales en las que el empaque y la clase dieron forma y contenido al toreo fundamental expresado de la mejor forma posible: acariciando a la hora del cite,  enganchando las embestidas, marcando el camino y rematando el muletazo, abajo, muy abajo. Una obra clásica medida y justa merecidamente  premiada con dos orejas tras certera media estocada.

En el que cerró la tarde, José María ofreció un quehacer intermitente como discontinuo fue el comportamiento del astado; los pases se alternaron por los dos pitones, aunque mayor pulcritud adquirió el toreo al derechazo en tres impecables series que culminaron con el parsimonioso cambio de mano o con el pase de pecho. La estocada de súbito efecto determinó el trofeo final.

La imagen de El Fandi y Manzanares recorriendo el redondel en volandas sintetizó una gran tarde de toros.

Ficha
Latacunga, Ecuador.- Segunda corrida de feria. Plaza San Isidro Labrador. Lleno en tarde soleada. Tres toros de Huagrahuasi y uno de Triana (2o.) Pesos: 480, 510, 465 y 465 kilos. David Fandila "El Fandi" (grana y oro): Oreja y oreja. José María Manzanares (azul marino y oro): Dos orejas y oreja.


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