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Roldán entusiasma con un toreo alegre (video)

Sábado, 12 Sep 2009    México, D.F.    Juan Antonio de Labra / Foto: Sergio Hidalgo           
Una oreja que le da juego
El novillero hidalguense cortó la única oreja concedida esta tarde en la plaza Arroyo, durante la octava novillada de la temporada, en la que se lidió un encierro muy bien presentado de De Haro que dio juego desigual.

Y es que no fue fácil ponerse delante de los novillos de De Haro, una ganadería que conserva un estilo para embestir y unas hechuras que la diferencian de todas las otras que existen en México. Eso es innegable.

Digamos que es de las pocas ganaderías que genera polémica, ya que no es del agrado de muchos toreros, pero sí de muchos aficionados. De tal forma que esto siempre reviste interés, porque en la Fiesta es muy sano que se hable, bien o mal pero que se hable.

El cascabel de la tarde se lo puso Roldán con una actuación pinturera y esforzada en la que destacó su desparpajo para robarle pases al tercero, un ejemplar con transmisión al que era perciso hacer las cosas bien.

Y no obstante su escaso rodaje, el hidalguense consiguió entusiasmar a la gente que vio con agrado al chiquillo hidalguense pasarse por la faja con alegría las embestidas. Mató con eficacia y cortó una oreja que le dará juego, quizá, en la novillada de triunfadores programada para el sábado 26 de septiembre.

También causó grata impresión el debutante Carlos Peñaloza, un muchacho muy alto, un tanto contrahecho físicamente, y mal vestido, pero con una entrega sincera y un toreo de quietud que impactó al público.

No cabe duda de que la gente espera siempre entrega por parte de los toreros y perdona, aún más en los novilleros, su falta de experiencia o técnica. Lo que quieren ver es que salgan a demostrar actitud de triunfo. Y eso fue lo que hizo este michoacano de trazo limpio y corazón en mano.

Mató de una estocada defectuosa, después de un par de pinchazos, pero le pidieron una oreja que el juez de plaza Eduardo Delgado no concedió. Y con justa razón. No era para tanto si consideramos la forma en que mató. Nunca hay que dejar de lado la buena ejecución de una estocada y darle, a la suerte suprema, la importancia que tiene. Esta negativa le granjeó algunas protestas.

Abrió plaza el ecuatoriano Pablo Santamaría, hijo del matador (ahora banderillero) del mismo nombre y mostró buenas hechuras, percha de torero. Sin embargo, le faltó redondear con mayor ambición delante del mejor novillo del encierro; el mejor para el torero, claro está.

El de De Haro embistió muy descolgado desde el prime tercio y llegó con calidad a la muleta. Su pitón izquierdo era de triunfo, aunque le faltaba repetir un poco más las embestidas. Santamaría le dio varios naturales de excelente factura y podríamos decir que se ganó una futura repetición.

Al leonés Miguel Alejandro le pintó bastos la suerte, ya que sorteó un ejemplar infumable, quese ponía por delante y desarrolló un genio que hacía sudar las manos del miedo que provocó entre la torería. Vamos, que era un auténtico galimatías.

Cabe destacar el afán para lidiarlo y, quitando las fatigas lógicas que pasó, consiguió darle muerte con decoro para retirarse entre una sonora ovación.

Ficha
Octava novillada de la temporada. Un tercio de entrada. Cuatro novillos de De Haro, muy bien presentados y de juego desigual. Destacó el 1o. por su calidad y el 4o. por su transmisión. El 2o. fue intoreable, y el 3o., manejable. Pesos: 446, 428, 432 y 442 kilos. Pablo Santamaría: Silencio tras aviso. Miguel Alejandro: Palmas tras aviso. Manolo Roldán: Oreja. Carlos Peñaloza: Vuelta tras petición. En banderillas destacó Gustavo Campos, que saludó en el 2o.


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