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La madurez como bandera (video)

Sábado, 19 Mar 2016    Texcoco, Méx.    Jorge Raúl Nacif | Foto: Tauroagencia           
Pablo y Nacho triunfaron hoy en Texcoco
Hay triunfos que se disfrutan de una manera especial porque son producto del entendimiento que otorga el paso del tiempo y el saber dejar huella a través del camino, lo que esta noche en Texcoco se ha traducido en la salida a hombros de Ignacio Garibay y Pablo Hermoso de Mendoza.

Y es que se trata de dos toreros que, más allá del bien y del mal, están disfrutando con un aroma especial una trayectoria taurina impregnada de no pocos años a cuestas.

La faena de Nacho al castaño que hizo cuarto fue plena de inteligencia y capacidad para entender los matices de su comportamiento. Aunque sin humillar demasiado, el ejemplar se desplazaba con mejor condición por el pitón derecho, de tal forma que el moreno torero planteó el trasteo para aprovechar este perfil en trazos que fueron recios, atacándolo cuando era necesario.

Cuando el de Xajay vino a menos y comenzaba a perder fuelle, Garibay supo meterse en sus terrenos y hasta una dosantina dibujó en el redondel de la plaza "Silverio Pérez". La más de media estocada conseguida liquidó sin puntilla al astado, lo que aunado a su faena propició que el grueso de la afición solicitará las dos orejas, mismas que fueron otorgadas.

Ya desde la lidia de su primero se había mostrado con cabeza clara y despaciosidad en sus procedimientos, denotando esa buena técnica que desde siempre le ha caracterizado. Si no le cortó una oreja fue porque el espadazo no resultó efectivo, pero los aplausos de la afición le reconfortaron.

Completó su doblete sabatino Pablo Hermoso de Mendoza luego de torear por la tarde en Atizapán, y lo hizo con la maestría que de continuo ofrece al brindar su bien montado espectáculo, disfrutando con la plenitud de su madurez personal y taurina, aunque hay que apuntar que no abrió plaza, como ya lo ha hecho en otros cosos de México.

Al primero de su lote supo llegarle muy a la cara para encelarlo y serle paciente, pues tenía clase pero no demasiado fuelle.  Brilló el navarro a lomos de "Disparate", caballo con el que templó magníficamente de costado y le fue cambiando los lados, en los momentos más vibrantes.

Mostrando además una cuadra renovada, colocó banderillas largas y luego también las cortas, ejecutando la suerte con pulcritud, tal y como lo hizo al momento de oficiar con el rejón de muerte para hacerse acreedor a las dos orejas.

El berrendo que saltó a la arena en sexto lugar embestía con temple y cierta dosis de transmisión, y se lo dejó llegar de cerca en instantes que emocionaron a los asistentes, sobre todo cuando intercaló los lados. Luego con piruetas hizo las delicias de la afición; no obstante, perdió los trofeos al errar en la suerte suprema.

La noche no fue fácil para Diego Silveti. Su primero, un toro alto y largo, nunca se entregó a los engaños y tenía peligro sordo, dado que estaba pendiente siempre del torero y además acudía defendiéndose, de tal forma que no permitió confiarse al torero. Sin embargo, se retiró a la barrera entre fuertes abucheos dado que se puso muy pesado con los aceros.

El segundo que sorteó fue un ejemplar bajito y noble, sin demasiado trapío ni fondo de bravura. Diego planteó una faena con suavidad y consintiéndole lo más posible, estructurando pasajes que fueron del gusto de los aficionados texcocanos, sobre todo al ligar tres dosantinas cerca de los tableros. A la postre falló con la espada y todo quedó en palmas.

Así, cerca de la medianoche y mientras el ambiente nocturno de la feria ganaba más y más calor, Pablo Hermoso de Mendoza e Ignacio Garibay compartían una salida a hombros que tuvo la madurez como bandera.

Ficha
Texcoco, Méx.- Corrida nocturna. Tercer festejo de la Feria del Caballo. Alrededor de dos tercios de entrada, en noche de temperatura agradable. Dos toros de Fernando de la Mora (3o. y 6o., para rejones), correctos de presencia y manejables, así como cuatro de Xajay, bien presentados (salvo el 6o.) y de juego desigual. Pesos: 515, 540, 530, 520, 475 y 520 kilos. Ignacio Garibay (caña y oro): Palmas tras aviso y dos orejas. Diego Silveti (azul purísima y oro): Pitos tras dos avisos y palmas tras aviso. El rejoneador Pablo Hermoso de Mendoza: Dos orejas y ovaciónIncidencias: Hermoso no abrió plaza, sino que lidió 3o. y 6o., con la anuencia de la autoridad.


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