En el papel, todo pintaba para que la noche, aunque fría se prestase a pasarla bien. El recinto, un lienzo charro, el "Santa María", en Tlajomulco de Zúñiga, localidazado a 30 minutos de Guadalajara, posee un amplio ruedo, a más de estar completamente techado. Eso sí, con las complejidades para la fiesta brava inherentes a este tipo de instalaciones.

El cartel convocó a gente bonita de a caballo que, por supuesto, tiene la capacidad de aquilatar una buena monta. Y a fe buena que, cada uno a su aire, los toreros del cartel fueron ovacionados toda la noche.

No cabe duda alguna la calidad de Pablo Hermoso de Mendoza. Al primero de su lote, de San Pablo, por las características del toro, realizó una actuación de mucha calidad y sobriedad, pero muy aplaudida. Por desgracia, no estuvo fino con el rejón de muerte y, bueno, el público hizo bien en guardar su reconocimiento para explayarlo en el segundo de Hermoso.

Con "Embrujo", corrido en cuarto lugar, al de Estella se le miraba optimista. Y como no, si el toro se prestó para realizar el toreo que al navarro le gusta. Así clavó banderillas con mucho ajuste a los estribos; realizó piruetas con los pitones a milímetros de la cabalgadura, siempre con una extraordinaria doma y valentía, ante el reconocimiento de un público muy conocedor que estallaba en las distintas demostraciones ecuestres de Pablo Hermoso.

El clímax de esta faena vino con un alazán precioso, de nombre "Dalí" que, al son del alegre corrido de "Juan Colorado" cosechó las ovaciones más grandes. Más tarde clavó tres cortas en carrusel, y ahora sí estuvo atinado con el rejón final y le tumbó dos orejas al toro de su amigo Paviche.

Mónica Serrano cada vez monta mejor y, aunque en el primero de su lote no le vimos demasiada puntería en la colocación de rejones y banderillas. En un fallo al clavar se desequilibró y al apretar el toro, el caballo descolocado, un movimiento instintivo de su cabalgadura, la echó a la arena frente a la cara del toro. Por fortuna, todo quedó en susto de la gente, acompañado después de una ovación cuando la amazona volvió al ruedo y se sobrepuso a esta caída.

Su rejón de muerte hizo necesaria la aparición del sobresaliente, el matador Francisco López "Yiyo", que al primer golpe con la corta despenó al burel.

Pero lo mejor vendría con el segundo de su lote. Ahora sí, clavó rejones y banderillas en buen sitio y al público, dicho sea de paso, le gustó mucho la actuación de Mónica. Obvio, entre lo buena y valerosa jinete, lo guapa y la certeza con el acero, el público le abonó a su cuenta las dos orejas de ese toro para que al final pudiera acompañar a Hermoso en la salida a hombros.

Los recortadores gustan y hacen que el público la pase bien. Y mire usted que son valientes y decididos. Yo no sé dónde anduvieron metidos que llegaron a este compromiso, aunque suene un tanto futbolero; porque Jorge de Jesús Gleason hijo, no pudo actuar. De igual manera, Diego Navarrete y Sergio Recuero.

Como detalle a destacar, vale la pena mencionar la extraordinaria Banda de Música de Tlajomulco. Vaya que la bordan y sus excelentes músicos nos hicieron gozar aún más esta interesante corrida de rejones.