El cabo de los Forcados Mexicanos, Tonatiuh Lailson, se encuentra con el ánimo a tope a pesar del percance sufrido ayer en la "Vicente Segura" de Pachuca, durante la pega a un toro de Torreón de Cañas y que consistió en una fractura del extremo inferior de la tibia.

"La fractura fue en la parte baja de la espinilla, que es la tibia en su extremo inferior, justo donde se une con el tobillo. Yo fui cabo de cara y el percance se dio precisamente en la reunión con el toro, pues me pisó y derrotó hacia arriba; yo me quedé agarrado y luego luego sentí que algo tronó", explicó el propio Lailson.

Ayer mismo fue atendido por el doctor Rodolfo Samperio, jefe de los servicios médicos de Pachuca, y le fueron tomadas tres placas. Por la madrugada fue trasladado a la Ciudad de México y hoy tiene cita con el doctor Jorge Uribe, para determinar el proceso a seguir

"La verdad es que la empresa y el doctor Samperio se portaron de diez puntos. Ayer me sacaron las radiografías y por la tarde voy al Hospital Durango con el doctor Uribe, que es traumatólogo. Lo más probable es que me coloquen una placa, pero dependerá de cómo me vea", comentó el forcado.

De momento, Tonatiuh trae una pequeña férula y una venda, y se encuentra tomando algunos analgésicos. "Estoy tomando algo, pero la verdad es que el dolor es muy fuerte y prácticamente no pude dormir. Así está la onda y ya por la tarde sabré bien lo que haremos", dijo.

Más allá de esta circunstancia adversa, Lailson echa pá lante y el ánimo está por arriba, debido a la buena actuación del grupo durante la corrida de ayer:

"Yo estoy bien, con el corazón intacto, y en el mundo del toro éste es el músculo más importante. Además estoy contento por el grupo, pues necesitábamos sacarnos la espina en esta bella plaza y no nos rajamos. Ojalá que nos tomen en cuenta y que estas lesiones sirvan para que los empresarios vean que estamos puestos para lo que sea".