En la tarde de ayer viernes, el matador español Jesús Duque fue dado de alta por el doctor Benjamín Muñoz, jefe de los servicios médicos de la Monumental de Morelia, y abandonó el Hospital Memorial, donde permaneció ingresado un par de días.
“Ahora a seguir la recuperación en casa del padre de mi apoderado Sergio Argüelles y en tres o cuatro días tomare los avíos, empezaré a ensayar de salón, a correr y espero hacer algo de campo, pues tengo que estar listo para cuando haya que torear, ya que mi apoderado en estos días dirá que festejos tengo, creo que ya están próximos y lo que quiero es volver a vestirme de luces”, expresó el de Valencia en un comunicado de prensa.
Asimismo, recordó Duque: "E toro salió e iba directo hacia mí, giró hacia la derecha y se fue hacia el burladero; no sé si se tocó al cerrar la puerta de toriles o alguien en el burladero le hablo, se voltea hacia mí, lo cito y se vino recto, además de que cuando le doy la larga se frena justo en mi cara y es cuando me agarra por el pecho y la verdad que después ya no me acuerdo mucho por la paliza que me ha dado y por qué quede inconsciente”.
“Sé que estos son gajes del oficio, lo tengo asumido; no podía dejarme ganar la pelea ya que mis alternantes se había ido por delante, habían triunfado. En mi primero no tuve suerte, fallé con la espada y quería triunfar, ni modo, esto es de toreros y así pasa”, finalizó Jesús Duque.