Aunque no tiene ninguna connotación política, se podría decir que durante la tradicional corrida de Fiestas Patrias en Juriquilla, el único toreo posible fue de derechas, y que la izquierda resultó infumable. Esto porque en términos generales, los toros de San Marcos, que resultaron deslucidos con excepción del cuarto, permitieron los momentos más intensos de la tarde por el pitón derecho. Algún muletazo de calidad se consiguió por el otro perfil, pero fue la excepción.

Se llevó Ignacio Garibay el toro con más posibilidades del encierro, que salió en segundo lugar de su lote, y que aún dentro de esas condiciones rescatables, sobre todo la nobleza, le exigieron recurrir un poco al artificio para impedir que la faena decreciera en intensidad. Hubo una primera parte más clásica, donde destacaron los derechazos mientras el toro lo permitió, y una segunda con muletazos de cara a la galería, que sin embargo son recursos que algunas veces la gente agradece, a falta de transmisión en las embestidas. Después de un pinchazo colocó una estocada delantera que fue suficiente, para hacer doblar al de San Marcos y para que la petición de oreja arreciara. Destacar que este toro lo brindó a María Victoria, presente en un tendido de sombra.

Su primero adoleció de fuerza, sin embargo le permitió algunos muletazos de calidad por el lado derecho, el más potable. Hubo de hacer uso del descabello en varias ocasiones, por lo que le sonaron un aviso.

Gerardo Adame demostró que tiene oficio y que tiene la cualidad de saber pensar en la cara del toro para resolver los problemas que éste le presenta. Su primero tuvo altibajos en su juego, y aunque finalmente se vino a menos, Gerardo estuvo siempre por encima de las condiciones que fue mostrando el toro a lo largo de su lidia. A destacar con el capote un emocionante quite por chicuelinas. Fue aplaudido a pesar de que se le fue la mano abajo con la espada, por partida doble. El quinto resultó deslucido, y tras un intento largo en la cara del toro, fue aplaudido tras un aviso.

Y en el mismo tenor, el lote de Brandon Campos le puso cuesta arriba la tarde. Desde que se abrió de capa en el tercero, dio muestra de salir a por todas con un par de largas cambiadas de rodillas, nivel que no pudo mantener en el último tercio dada la condición aplomada del toro. Estuvo porfiando en una faena larga, muestra de su disposición, aunque aquello no pudo ser. Fue aplaudido después de un pinchazo y una estocada efectiva, procedimiento que no pudo repetir en el sexto, donde le sonaron hasta dos avisos. En medio de la lluvia el torero queretano hizo el esfuerzo ante un toro muy complicado, que arrollaba y fue desarrollando sentido, lo cual además de ser con la gente tratando de guarecerse, puso aún más complicado el panorama.

Merecería la pena volver a ver tanto a Gerardo Adame como a Brandon Campos con toros de otra condición. En ese sentido resulta loable que empresas como Juriquilla den carteles en fechas emblemáticas con toreros que tengan ganas y posibilidades reales para destacar.