Un poco de todo, en Arroyo (fotos)
Arturo Soto logró la faena más coreada de una tarde entretenida
Aunque sin triunfo, un poco de todo se vivió la tarde de hoy en la Plaza Arroyo, donde hubo momentos de buen toreo y emociones, así como una cornada, elementos que quedaron insertos dentro de los matices de una novillada que cerró la primera fase de "Descubriendo un torero".
La faena que más caló en los tendidos fue la que realizó Arturo Soto ante el último del festejo, un buen novillo de La Venta de Romero, aunque no consiguió redondear con la espada y quedó todo en una ovación desde el tercio. Si bien es cierto se notó tenso al inicio de su actuación, el capitalino se fue soltando poco a poco y dejó momentos destacados.
Soto es un chamaco que tiene la virtud para conectar pronto con los tendidos, dado que siente mucho todo lo que hace en el ruedo. Aunque sin gran ligazón, hubo trazos naturales que le fueron muy aplaudidos, y los mejores momentos fueron toreando sabroso con la derecha. Al final, el novillo fue premiado con arrastre lento.
La cornada fue sufrida por el tapatío Arturo de Alba, quien lidió un ejemplar que, más que bravura, mostró genio, conceptos a los que a veces les separa una delgada línea ante los públicos. De Alba le echó afición, aunque acusó su verdor y el de La Venta de Romero lo prendió de fea manera, hiriéndolo en la pantorrilla derecha. Pese al percance, el torero se quedó en el ruedo hasta liquidar.
Rodolfo Mejía "El Tuco" dejó un buen sabor de boca, pues se nota más asentado y anda toreando con mayor temple. Sorteó un novillo de La Antigua que tuvo calidad, aunque pareció lastimarse tras rematar en un burladero justo cuando iniciaba la faena, y lo toreó con suavidad y elegancia, destacando un par de dosantinas. Perdió la oreja al pinchar, y saludó desde el tercio.
El que abrió plaza fue para el hidalguense Víctor Gallardo, que lidió a un estupendo novillo de Los Cués, que al final mereció arrastre lento gracias a su clase y duración. El jovencito estructuró una faena de más a menos, y en la que mostró sus buenas cualidades aunque sin conseguir redondear, lo cual es natural dado que apenas empieza.
A la postre, el jurado designó a este de Los Cués como el mejor novillo, mientras que el novillero triunfador quedó desierto.
La faena que más caló en los tendidos fue la que realizó Arturo Soto ante el último del festejo, un buen novillo de La Venta de Romero, aunque no consiguió redondear con la espada y quedó todo en una ovación desde el tercio. Si bien es cierto se notó tenso al inicio de su actuación, el capitalino se fue soltando poco a poco y dejó momentos destacados.
Soto es un chamaco que tiene la virtud para conectar pronto con los tendidos, dado que siente mucho todo lo que hace en el ruedo. Aunque sin gran ligazón, hubo trazos naturales que le fueron muy aplaudidos, y los mejores momentos fueron toreando sabroso con la derecha. Al final, el novillo fue premiado con arrastre lento.
La cornada fue sufrida por el tapatío Arturo de Alba, quien lidió un ejemplar que, más que bravura, mostró genio, conceptos a los que a veces les separa una delgada línea ante los públicos. De Alba le echó afición, aunque acusó su verdor y el de La Venta de Romero lo prendió de fea manera, hiriéndolo en la pantorrilla derecha. Pese al percance, el torero se quedó en el ruedo hasta liquidar.
Rodolfo Mejía "El Tuco" dejó un buen sabor de boca, pues se nota más asentado y anda toreando con mayor temple. Sorteó un novillo de La Antigua que tuvo calidad, aunque pareció lastimarse tras rematar en un burladero justo cuando iniciaba la faena, y lo toreó con suavidad y elegancia, destacando un par de dosantinas. Perdió la oreja al pinchar, y saludó desde el tercio.
El que abrió plaza fue para el hidalguense Víctor Gallardo, que lidió a un estupendo novillo de Los Cués, que al final mereció arrastre lento gracias a su clase y duración. El jovencito estructuró una faena de más a menos, y en la que mostró sus buenas cualidades aunque sin conseguir redondear, lo cual es natural dado que apenas empieza.
A la postre, el jurado designó a este de Los Cués como el mejor novillo, mientras que el novillero triunfador quedó desierto.
Ficha
México, D.F.- Plaza Arroyo. Cuarta y última novillada de "Descubriendo un torero". Casi tres cuartos de entrada. Cuatro novillos de varias ganaderías, en este orden: Los Cués, La Antigua y La Venta de Romero (3o. y 4o.), muy bien presentados, entre los que destacaron por su calidad los lidiados en 1o. y 4o., que fueron premiados con arrastre lento. Víctor Gallardo (violeta y oro con remates negros): Palmas. Rodolfo Mejía "Tuco" (sangre de pichón y oro): Ovación. Arturo de Alba (negro y oro): Palmas. Arturo Soto (azul purísima y oro): Ovación tras dos avisos. Incidencias: De Alba sufrió una cornada limpia en la pantorrilla derecha y fue atendido en la enfermería. El jurado determinó que el mejor novillo fue el de Los Cués (1o.), mientras que el mejor novillero quedó desierto. Saludó en banderillas Fernando García (hijo) y destacó el picador César Morales.
México, D.F.- Plaza Arroyo. Cuarta y última novillada de "Descubriendo un torero". Casi tres cuartos de entrada. Cuatro novillos de varias ganaderías, en este orden: Los Cués, La Antigua y La Venta de Romero (3o. y 4o.), muy bien presentados, entre los que destacaron por su calidad los lidiados en 1o. y 4o., que fueron premiados con arrastre lento. Víctor Gallardo (violeta y oro con remates negros): Palmas. Rodolfo Mejía "Tuco" (sangre de pichón y oro): Ovación. Arturo de Alba (negro y oro): Palmas. Arturo Soto (azul purísima y oro): Ovación tras dos avisos. Incidencias: De Alba sufrió una cornada limpia en la pantorrilla derecha y fue atendido en la enfermería. El jurado determinó que el mejor novillo fue el de Los Cués (1o.), mientras que el mejor novillero quedó desierto. Saludó en banderillas Fernando García (hijo) y destacó el picador César Morales.