Efemérides: La confirmación de Cagancho
Lunes, 22 Jun 2015
México, D.F.
Jorge Raúl Nacif | Foto: Daimiel Directo
En Madrid, hace 88 años
El 22 de junio de 1927, hace exactamente 88 años, tuvo lugar la confirmación en Madrid de Joaquín Rodríguez "Cagancho", que llegaba a la capital española apenas algunas semanas después de haber tomado la alternativa y comenzar una carrera que ha dejado huella en el mundo del toro
En aquella ratificación del doctorado, sue su padrino Valencia II, ante toros de la ganadería de María Montalvo y actuando como testigo Marcial Lalanda. El toro de la ceremonia llevó por nombre "Naranjito", primero de la lidia ordinaria pues por delante actuó el rejoneador Cañero.
La tarde para el maestro Cagancho no fue fácil y a la postre salió con las manos vacías, mientras sus alternantes triunfaron. Vistió de blanco y oro, en un dato para la estadística.
Joaquín Rodríguez nació en el barrio de Triana, Sevilla, el 17 de febrero de 1903. A los 20 años debutó en público toreando en San Fernando, Cádiz, y se presentó en Madrid el 5 de agosto de 1926.
Tomó la alternativa el 17 de abril de 1927, en Murcia, tarde en la que llevó como padrino a Rafael "El Gallo" y nacía una dilatada trayectoria como matador de toros, en la que compartió con toreros de distintas épocas.
Muy querido en México, protagonizó tardes memorables en cosos de nuestra geografía nacional, donde se presentó en el año de 1928, año y medio después de recibir la alternativa.
Fue concretamente el 2 de diciembre de 1928 cuando debutó en El Toreo de la Condesa, en la Ciudad de México, y le tumbó el rabo a un toro de La Laguna. En 1930 volvió a llevarse un rabo en este coso y, en 1931, le fue concedida la Medalla del Arte, en la corrida a beneficio de la Asociación de la Prensa. En 1936, se encerró con seis toros de La Punta en este mismo coso.
Como dato interesante a destacar, el 21 de octubre de 1934 Cagancho participa en la corrida de la inauguración oficial de Las Ventas de Madrid, a lado de Juan Belmonte y Marcial Lalanda, ante toros de Carmen Federico. Otro hecho interesante sucede el 12 de octubre de 1950, cuando le da la alternativa en Valencia a Julio Aparicio y Miguel Báez "Litri".
El término "genialidad" podría es el mejor para definir a Cagancho en el ruedo. Como buen torero gitano, el maestro de Triana podía llegar a alcanzar momentos sublimes, únicos y trascendentes... pero también tuvo otros tantos -y quizá fueron la mayoría- de "espantás", tardes aciagas y grandes broncas.
El aroma de su toreo con el capote llegaba a lo más profundo del corazón y provocaba, incluso, que las lágrimas rodaran por las mejillas de los aficionados. La genialidad en el toreo llega a manifestarse cuando, con un sólo instante, se logra conmover a un tendido... y Cagancho lo lograba.
Joaquín Rodríguez Ortega dejó de existir, a los 81 años de edad, en el Hospital Español de esta capital mexicana; el cáncer pulmonar había terminado por vencerlo
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