También muy exitosa resultó la corrida celebrada este domingo en la Monumental Monterrey, Nuevo León, donde Pablo Hermoso de Mendoza, Morante de la Puebla y Arturo Saldívar compartieron la salida por la puerta grande al cosechar dos orejas cada uno.
El navarro, quien dio cerrojazo a su campaña americana antes de volver a España, encantó con dos faenas distintas, mejor la de su primero al de Santa Bárbara que la de su segundo de Fernando de la Mora, que acabó lastimado de una pata, pero en los que dejó toda su entrega, arrojo y carisma en el ruedo.
Morante de la Puebla cautivó con su toreo a los conocedores que gustan del caviar y el champagne, e incluso con su pellizco y aroma sevillano para manejar las telas convocó a ocho matadores regios en el callejón que disfrutaron tomando fotografías de su actuación.
Y un valiente Arturo Saldívar, el único mexicano en el cartel, hizo estallar a la galería con un toreo acorde a las condiciones de sus toros, poco propicias para el toreo reposado de otras tardes de triunfo en su carrera.
Para los de a pie se lidiaron cuatro ejemplares de Montecristo, terciados y descastados, que sin ser fáciles presentaron condiciones buenas para su lucimiento