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Impresiona la ambición de El Payo (video)

Viernes, 24 Abr 2015    Aguascalientes, Ags.    Juan Antonio de Labra | Enviado          
Salió mentalizado a buscar el triunfo en Aguascalientes
A unos cuantos días de regresar a la plaza de Las Ventas de Madrid, Octavio García "El Payo" demostró hoy en Aguascalientes que está mentalizado y puesto para afrontar ese gran reto. Su actuación de esta tarde delante de los dos toros de su lote, fue un dechado de ambición; de imponerse a la adversidad y de buscar el triunfo con un carácter muy decidido.

Porque la corrida de Los Encinos no fue fácil. Los toros, por su edad y su cuajo, exigían estar firme, jugársela y apostar fuerte para sacarles provecho. Y fue precisamente el lote del queretano el más cargado de kilos y el más complejo de torear.

Y fue la claridad de ideas de Octavio, y el valor desplegado durante la lidia de ambos toros, lo que le permitió remontar la cuesta arriba que, casi desde un principio, se levantó ante su recia figura.

El acaballado toro lidiado en tercer lugar embestía con la cara alta y topando, lo que no fue impedimento para que El Payo lo sometiera con autoridad, ante la mirada un tanto displicente del público, que no valoró en su justa medida una faena dotada de mucha miga, pues el ejemplar de Los Encinos no dejaba de mirar al torero y ceñirse en algunos muletazos a los que embistió fuerza.

La estocada tuvo el mérito de ser entera, no obstante que el toro no humillo demasiado para que El Payo pudiese vaciar la suerte con más soltura, y resultó un tanto inexplicable que un reducido sector del público le protestara la concesión de una oreja que había sido conseguida con gran esfuerzo.

En el quinto, que fue otro toro impecablemente presentado, Octavio salió en la misma tesitura; es decir, a tratar de imponerse con autoridad a una embestidas inciertas que terminaron violentándose conforme transcurrió la lidia. El toro se revolvía sobre las manos y en más de alguna ocasión estuvo a punto le levantarle las zapatillas de la arena.

A pesar de ello, Octavio le tragó mucho con arrestos y ya cuando parecía que le había cogido el aire por el pitón derecho, quiso probar al toro por el toro lado y la faena terminó desdibujándose, pues sobrevino un inoportuno desarme que hizo enfadar al queretano, que a partir de ese momento yo no pudo componer la figura como lo había hecho en distintos pasajes en los que toreó con ceñimiento y acompañado siempre la suertes con la cintura.

La alternativa de Diego Sánchez tuvo una significación muy especial por tratarse de uno más de los toreros de la tierra cuya familia mantiene un gran arraigo entre la afición local. Y la verdad de las cosas, el hijo del matador Luis Fernando, se mostró enterado y valiente con el toro de la ceremonia, un ejemplar flojo y noble al que realizó una faena de mucho pulso.
Lástima que a la hora de matar colocó una estocada delanterilla y desprendida, que le arrebató la posibilidad de obtener un trofeo.

El sexto se movió un poco más, y con mayor fijeza, que el resto de los toros de esta corrida. Sin embargo, tampoco terminó de romper y, aunque Diego volvió mostrar actitud y entrega, la faena ya no tuvo el mismo acabado.

De Morante de la Puebla hay poco que contar, ya que sorteó un lote a contraestilo, compuesto por dos toros reservones y violentos, con los que casi no pudo siquiera deleitar a sus numeroso seguidores, salvo en unos cadenciosos lances a la verónica que dio al segundo de su lote.

Sus repetidos fallos a espadas le granjearon la antipatía de un público que fue hasta grosero, al corear ese desagradable salido de las gradas de los estadios de fútbol, que no debiera escucharse nunca en una plaza de toros, tal como ocurrió el año anterior con el propio Morante. No hay que olvidar que los toreros, al margen de cualquier consideración, son seres sensibles que salen a jugarse la vida la ponen en liza a cambio de poder expresar sus sentimientos y crear arte con los toros.

Ficha
Aguascalientes, Ags.- Plaza Monumental. Tercera corrida de feria. Alrededor de media entrada, en tarde calurosa, con algunas ráfagas de viento iniciales. Seis toros de Los Encinos, muy bien presentados, pero de poco juego en su conjunto. Pesos: 503, 570, 533, 505, 560 y 520 kilos. Morante de la Puebla (azul noche y oro): Pitos tras aviso en su lote. Octavio García "El Payo" (lila y oro): Oreja y silencio. Diego Sánchez (celeste y oro), que tomó la alternativa: Ovación y palmas. Incidencias:Diego se doctoró ante el toro "Platillero", número 84 y 503 kilos. Incidencias: Destacó en varas Eduardo Noyola, que picó muy bien al 4o. Y en banderillas Gustavo Campos, que saludó en ese mismo toro.


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