En el restaurante de comida española "Vámonos de Tapas", en Tijuana, el matador de toros Federico Pizarro, que estuvo acompañado de su apoderado Ricardo "El Negro" Montaño, charló con los aficionados y medios de comunicación de la ciudad fronteriza.

El torero compartió anécdotas y parte de lo que ha sido su vida como torero, desde sus inicios como novillero y su actual paso por los ruedos. Destacó por un lado que "el amor a mi profesión"  es lo que lo ha llevado a disfrutar lo que hace como torero: tenerle respeto y amor a la fiesta y los deseos de seguir adelante en la hermosa profesión de torero.

Y por otro lado, ese mismo amor a la profesión  es lo que siempre lo ha mantenido con la ilusión, aun en esos en tiempos difíciles donde no veía su nombre colgado en los carteles. 

La charla concluyó con algunas entrevistas hacia para la prensa local, antes de disfrutar de algunos canapés.