Pablo Hermoso e Ignacio Garibay triunfaron en la corrida nocturna celebrada hoy en Ciudad Juárez, donde el primero obtuvo cuatro orejas y un rabo, por dos orejas del segundo, en un festejo muy emotivo en el que Juan Pablo Llaguno estuvo esforzado y escuchó palmas.

Los tendidos de la plaza llenos, apenas se distinguían algunos huecos mínimos en sombra genera, vaya noche, los presentes muy contentos que se figuraban por la luz artificial que eran foquitos por el colorido que se apreciaba y vaya que si disfrutaron de todo el festejo.

Ignacio Garibay recibió al primero de esta corrida realizando con el percal unos lances agradables. Después de ser picado, el burel se vino abajo y se caía con los remos de enfrente, pero el diestro lo empezó a entender logrando llevarlo a más y realizó una faena de mérito, más por la derecha y le costó la oreja por estar pesado con la espada.

Su segundo astado fue berrendo y muy alegre desde que salió de toriles y además  que siempre lo llevó muy bien toreado. Lo importante fue con la franela roja iniciando su faena de rodillas; el toro se comportó mejor por la derecha y lo aprovechó en la suerte suprema para una gran estocada y el juez otorgó las dos orejas.

Pablo Hermoso de Mendoza reapareció en esta frontera por tercer año consecutivo, demostrando nuevamente su arte excelente en sus dos astados. Con su primero, luego de una labor certera y rematada con eficacia, paseó las dos orejas.

Pero ahí no quedaba todo. Con su segundo astado cuajó una faena de caballo entregando todo para triunfar; sus piruetas a centímetros de sus corceles fueron extraordinarias y a la postre, a pesar de fallar con el primer rejón de muerte, paseó el rabo.

Juan Pablo Llaguno, el diestro mas joven de alternativa en México, se ganó a la afición juarense por la forma de expresar su toreo. Realizó bellos molinetes y faenas muy bien estructuradas, cayendo de pie ante este público.

Ante su primer astado lució por verónicas y además en muleta muy entregado, llevándolo a los medios desde tablas por derechazos y realizó una faena que transmitió a los tendidos. Falló con la espada Juan Pablo, en su segundo estuvo mejor y pudo cortar dos orejas, pero falló nuevamente con los aceros.