Zotoluco fue el único que tocó pelo en el séptimo de la función, aunque al final la sensación de la gente fue que quizá el resultado artístico y de emociones no correspondió a las expectativas generadas, no por los toreros, que estuvieron por encima del encierro, pero sí por el descastamiento generalizado de los de Bernaldo de Quiros.
Ya Zotoluco había estado correcto en su primero, toreando con mucho pulso a un toro sin mucho motor pero que metía la cabeza en la muleta, su segundo, manso, no le permitió mayores florituras y el de regalo, sin ser un dechado de virtudes, fue el que más posibilidades brindó del encierro titular, y Zotoluco le plantó cara y buscó afanosamente agradar al tendido. Tumbó al toro de una estocada efectiva y cortó la oreja.
Sebastián Castella estuvo esforzado, ninguno de sus toros le dio opciones reales de triunfo, quizás el octavo, de regalo, tuvo un inicio prometedor en la muleta pero pronto se vino abajo. Sobre todo a su primero y al de regalo les sacó pases de mucho mérito, como sacando agua de una piedar, aunque la espada le jugó una mala pasada y escuchó cinco avisos en total, incluyendo los tres en su primero y los casi tres en su segundo, cuando le "salvó la campana". Tras pasaportar al que regaló la gente le tributó una ovación de gala en correspondencia a su desmedida entrega.
El torero de la tierra tuvo una actuación correcta en su presentación en la "Santa María", y se le notó con deseos de triunfar y estuvo a punto de cortar una oreja tras una faena de arrebato y entrega ante el sexto, aunque ya desde que vio las condiciones del toro al inicio del trasteo muleteril, decidió anunciar el regalar un sobrero, tal y como habían anunciado ya sus compañeros de cartel para prolongar la duración del festejo, que alcanzo las cuatro horas y diez minutos.
Después de ver la lidia de este toro debería imponerse la reflexión: Nada qué reprochar en los intentos por buscar lucimiento ante otro toro sin transmisión, pero sí mencionar el traspié que escenificó en banderillas, primero invitando a Christian Sánchez y Armando Ramírez a alternar (sin respetar su categoría, maestro Jesús Córdoba dixit), luego, quitándole los palos a Christian cuando éste ya estaba por ir al encuentro del toro, y tras fallar en la insistencia de colocar un par al violín, tener la mala actitud de pedir el cambio de tercio cuando sólo había dos palos colocados en el morillo del toro.
Se espera mucho de Octavio, buen torero y con grandes posibilidades, pero ojo a su administración. Y lo digo con el mejor ánimo constructivo.
Ficha Aniversario 45 de la plaza Santa María. Tres cuartos de entrada en tarde-noche fresca. Siete toros de Bernaldo de Quiros, correctos de presencia, pero deslucidos. El de regalo (7°) tuvo más posibilidades. Dos toros de San Martín (8° y 9°, de regalo), justos de presencia y de poco juego. Zotoluco (azul rey y oro): Ovación tras aviso, palmas y oreja. Sebastián Castella (azul celeste y oro): Silencio tras tres avisos, ovación tras dos avisos y ovación. El Payo (nazareno y oro): Palmas en su lote y en el de regalo. El banderillero Christian Sánchez saludó en el 3°.