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Héctor Rojas se encuentra grave (video)

Lunes, 08 Sep 2014    Zacatecas, Zac.    Natalia Pescador | De Labra | Foto: Felipe Pescador       
Impactante imagen del momento de la espeluznante cornada
El banderillero Héctor Rojas, herido de suma gravedad la tarde de ayer en la Monumental Zacatecas, fue operado con éxito en la Clínica Santa Elena, y la decisión del doctor Cabral, jefe de los servicios médicos, fue trasladarlo al área de terapia intensiva del Centro Hospitalario San José, que se encuentra a unas cuantas calles de distancia.

El parte médico oficial se emitió alrededor de las 00:20 horas, con el siguiente informe ofrecido por el doctor Raúl Cabral Soto:

"El banderillero Héctor Rojas presenta tres heridas que se establecen así: A) Herida de seis centímetros en fosa iliaca izquierda, penetrante de abdomen. B) Herida transversal de unos 25 centímetros en la base del tórax. C) Herida transversal de unos 20 centímetros a nivel de la quinta costilla.

El pitón del toro "Pregón", de Pozo Hondo, ocasiono las siguientes lesiones: "Herida penetrante de abdomen y tórax, y neumotórax abierto; fractura cuatro costillas izquierdas expuestas a nivel del cartílago condrocostal, que descubre pulmón izquierdo y pericardio, con herida del mismo en una extensión de unos ocho centímetros.

"Perforación de la curvatura mayor del estómago como de seis centímetros; laceración importante del epiplón mayor y contusión de asas intestinales.

"La operación del paciente consistió en realizar una desbridación quirúrgica y exploración de abdomen y tórax bajo anestesia general. Se suturó por planos perforación gástrica de seis centímetros. Se revisó epiplón y asas intestinales. Se suturó el pericardio (que es la membrana que recubre el corazón, que quedó expuesto y el pitón estuvo a punto de penetrarlo, lo que hubiera tenido consecuencias fatales), de siete centímetros, dejando una ventana pericárdica. Se comprobó el estado del pulmón y se colocó sonda endopleural para el sello de agua.

"Además, se realizó osteosíntesis de cuatro costillas con alambre y se reparan los músculos abdominales y el diafragma seccionados, dejando dos canalizaciones a tórax y abdomen, más una a tejidos subcutáneos y se suturó por planos.

El equipo que intervino a Héctor Rojás estuvo compuesto por los doctores García Aranda, cirujano de tórax; Avalos Sigala, cirujano general; Cabral Suárez del Real y Cabral Soto, traumatólogos, así como la participación del anestesiólogo Ernesto Serna. 

En una improvisada rueda de prensa, el doctor Cabral Soto informó que el herido permanecerá en terapia intensiva hasta que el proceso hemodinámico pueda darse por sí mismo (es decir, el hecho de que pueda respirar normalmente) sin estar asistido del respirador artificial que le colocaron. Asimismo, en tanto no transcurran las 72 horas de rigor y se compruebe que no existe riesgo de infección, se podrá estar hablando de una franca mejoría de Héctor.

El paciente estará bajo una estrecha vigilancia médica ya que la mayor preocupación de los médicos es que surja un cuadro infeccioso, ya que en la herida había una serie de elementos contaminantes tales como arena, pelos del toro y excremento, entre otros de ésta índole cuando ocurre un percance de tal magnitud.

Cuestionado si esta cornada es la más grave que se ha atendido en la Monumental Zacatecas, el doctor Cabral, que tiene 15 años como jefe del servicio médico tras la desaparición del recordado doctor Olague, mencionó que también revistió mucha gravedad la que sufrió otro banderillero, El Torreón, hace varios años, aunque la de Héctor Rojas la supera por los destrozos tan severos que ocasionó el pitón del ejemplar.

Alrededor de las 21:15 horas, y una vez que había ido a cambiarse al hotel, el matador Joselito Adame, y su cuadrilla al completo, acudió a la Clínica Santa Elena para enterarse del estado de salud de Héctor, donde se sorprendió de la magnitud del percance del que no le habían informado con detalle en la plaza para no alarmarlo cuando tuvo que continuar la lidia del toro que hirió a su amigo.

Un hermano de Héctor se encontraba en la clínica también a la espera de tener un conocimiento más preciso de la salud del banderillero hidrocálido. También acudió el empresario Juan Enríquez Rivera, y el juez de plaza Manuel Esparza, con la finalidad de seguir de cerca la intervención quirúrgica ayudar en lo que fuera necesario. Varios miembros de las peñas de aficionados se acercaron con la intención se apoyar moralmente al banderillero en desgracia, qel que esperamos salga adelante muy pronto de este trance tan dramático.


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