Un día como hoy, 14 de mayo, pero del año 1993, el matador Alejandro Silveti confirmó su alternativa en Las Ventas de Madrid, una efeméride que recordamos a 20 años de distancia y en la que fue protagonista este torero de dinastía en el coso de la calle de Alcalá.

Era la Feria de San Isidro de aquel año. Silveti se presentaba como matador de toros en Las Ventas y llevó como padrino de confirmación a David Luguillano, mientras que el testigo fue Miguel Rodríguez y ante un dura corrida de la ganadería de Peñajara.

El toro de la ceremonia llevó por nombre "Pastelero" y el resultado final para el torero mexicano fue de silencio en su lote, en lo que no fue una tarde sencilla debido a las pocas opciones de los toros lidiados. Así reseñó su actuación Joaquín Vidal, en la crónica publicada un día después en el diario El País:

"Inválido el primero, Alejandro Silveti apenas pudo instrumentarle tres verónicas ceñidas, par de gaoneras, otros tantos derechazos. En el cuarto repitió Silveti las gaoneras, dio dos espeluznantes pedresinas en el centro geométrico del redondel y sorteó las inciertas arrancadas".

Alejandro, nacido el 27 de diciembre de 1956 en la Ciudad de México, llegó a esta tarde luego de haber tomado la alternativa el 21 de marzo de 1988, en Irapuato, Guanajuato, doctorado que le fue concedido por su hermano, David Silveti, y bajo el testimonio de Miguel Espinosa "Armillita", ante el toro "Gran Dinastía", de Begoña.

Confirmó en la Plaza México en 1989, el 10 de diciembre, con el toro "Cantarito", de Javier Garfias. La cesión de trastos fue encabezada por Manolo Martínez y con el atestiguamiento de Pedro Gutiérrez "Niño de la Capea".

La tarde del adiós tuvo lugar en el Palacio del Arte, en Morelia, Michoacán, el 15 de enero del año 2000, acartelado con El Juli e Ignacio Garibay, ante toros de Corlomé. Su padre, el maestro Juan Silveti, le cortó la coleta y al final salió a hombros, pues se llevó las orejas y el rabo del toro de la despedida.