El primer festejo del 2014 en la plaza Santa María congregó menos público del esperado, aun cuando en el papel se anunciaba una inédita combinación con tres novilleros de la tierra, que cada quien de acuerdo a su circunstancia, llegaba a esta fecha con tardes importantes en su haber.

Y abrió plaza y año taurino Paola San Román, que lidió un novillo de La Paz de nombre –deseo de todos- premonitorio: “Buen Año”. Lo toreó bien con el capote, aun cuando el novillo pasaba sin entregarse, mismo comportamiento que tendría en el último tercio, donde topaba las embestidas. Paola estuvo firme e intentando lucir, logrando algunos detalles y terminando por alto la faena. Escuchó palmas tras un pinchazo y una estocada desprendida.

Su segundo novillo, de Gonzalo Iturbe, fue un novillo con transmisión, no fácil, con el que Paola estuvo voluntariosa aunque perdiendo el norte, sobre todo hacia el final. El novillo evidenció que tenía una distancia desde los albores del trasteo, aunque conforme avanzó el tiempo no hubo acoplamiento. Se fue tras la espada con habilidad, dejando una estocada delantera y desprendida que fue suficiente. Fue silenciada su labor.

Brandon Campos partió plaza desmonterado, siendo su presentación de luces en la plaza de su tierra y precedido de una destacada temporada europea, habiendo obtenido también un triunfo en Colombia un par de días atrás. Recibió con soltura en los lances de recibo al novillo de Gonzalo Iturbe que le correspondió en primer lugar, que llegó con cierta aspereza al último tercio y con el que Brandon estuvo muy firme, intentando sacar los muletazos hasta que el novillo terminó acortando el viaje. Fue llamado al tercio tras media y un descabello.

Más prestaciones ofreció el quinto, de La Paz, noble, con recorrido y al que recibió con esa suerte que algunos dicen es el imposible y al parecer el mismo Brandon llama a ésta variación la carmina, para después llevarlo por gaoneras hasta los medios de la plaza. En el último tercio sobresalió Brandon toreando por derechazos, aprovechando ese que fue el mejor lado del novillo, hasta que éste terminó yendo a menos. Perdió la posibilidad de tocar pelo tras un par de pinchazos, una estocada y un descabello, por lo que todo quedó en otra salida al tercio.

Y quien sigue evidenciando una seguridad pasmosa en su quehacer en el ruedo es Juan Pablo Llaguno, quien bregó de salida al novillo de La Paz que le correspondió en primer término, que no se entregó en el capote y que en la muleta resultó soso y de cortas embestidas. Estuvo por encima de las condiciones del novillo y escuchó palmas tras pasaportarlo de tres cuartos de espada.

El sexto, de Gonzalo Iturbe, salió orientándose y resultó muy complicado, por lo que Juan Pablo ordenó pronto la salida de los caballos. Dado que el novillo no ofreció prestaciones tampoco en la muleta, a donde llegó aplomado, decidió regalar un séptimo de Monteverde, frío de salida pero al que toreó bien con el capote, igual que lo haría en una réplica de quite por lances a pies juntos como respuesta a uno de Brandon Campos por caleserinas. Con la muleta aprovechó el potable pitón derecho del novillo, siendo ovacionado tras concluir su faena con un pinchazo hondo que fue suficiente.

De esta guisa comenzó el año 2014 en la plaza Santa María, esperando traiga consigo triunfos y satisfacciones para los tres novilleros de la tierra, mientras que para todos sea, al igual que el nombre del que abrió plaza, un buen año en todos los sentidos.