Macías se inventa dos faenas de triunfo (video)
Lunes, 16 Sep 2013
Zacatecas, Zac.
Juan Antonio de Labra | Foto: Landín-Miranda
En una interesante tarde de toros en la monumental de Zacatecas
Con distintos matices en su comportamiento, el encierro de San Miguel de Mimiahuápam, que lidió por tercera vez en su largo historial en la Monumental Zacatecas, aportó su cuota necesaria a una tarde entretenida, en la que hubo triunfos de diferente calado por parte de los tres espadas del cartel, así como del caballero en plaza, que se esforzaron para sacar al tarde adelante.
Y fue Arturo Macías el encargado de reventar la feria con otro triunfo –de tres orejas, en esto caso– para calentar el ambiente y dar alegría al público que venía de tres días tristones, fríos, pasados por agua que hicieron peligrar también la celebración de la corrida de hoy.
Zotoluco ofreció las dos facetas conocidas de su tauromaquia, pues en primer lugar, delante del toro que rompió el festejo, realizó una faena emotiva, de mucha tersura con la muleta en la zurda, con la que cuajó los mejores pasajes de su recia actuación y dio los naturales de más bella factura de la tarde, con la planta muy relajada.
Y no desaprovechó que el toro de Mimiahuápam se desplazaba con ritmo y mucha calidad, rebozándose por el pitón izquierdo por el que el torero de Azcapotzalco toreó con la planta relajada y mucha armonía.
Una estocada entera, un poco trasera, fue el digno remate a un trasteo que le llegó al público cuando acarició las nobles embestidas de ese ejemplar, un toro hondo, de amplio pecho, que fue agradecido.
En el quinto, Zotoluco enfrentó a un toro muy alto de viga que, ciertamente, no tenía hechuras para embestir y no mintió, pues llegó a la muleta defendiéndose, echando las manos por delante a lo largo de una faena valiente y decidida en la que el torero nunca se aburrió. Primero acabó aburriéndose el toro cuando se sintió podido y terminó yéndose suelto de la tela.
Tuvo mérito el pinchazo hondo que colocó Eulalio porque el toro le echó la cara arriba, arrollando en esa embestida final, antes que oficiara con la espada corta para tumbarlo al primer intento y escuchar leves palmas, injusto premio a una labor muy esforzada.
Arturo Macías salió decidido a secundar el triunfo que logró el domingo anterior, cuando ganó el escapulario de plata de la Virgen del Patrocinio, y al primer ejemplar de su lote le hizo una faena serena y templada. Fue una lástima que el toro diera una vuelta de campana en el primer tercio de la lidia, pues quizá hubiera llegado de otra manera a la muleta del hidrocálido, que estuvo variado en todo momento. Algunos le protestaron la concesión de la oreja porque había pinchado en una primera ocasión antes de sepultar el acero en buen sitio.
En el sexto también hizo un quite, ahora por gaoneras, sumándose así al que en el toro anterior había ejecutado por saltilleras, sin desaprovechar ninguna oportunidad de lucir y dar espectáculo.
Luego comenzó a torear con un péndulo a un toro bonito, por bajo y armonioso de hechuras, muy en el tipo de esta casa ganadera de Guanajuato. Y así, poco a poco, dio varios muletazos tersos a ese ejemplar noble cuando solicitó la famosa "Pelea de Gallos"que levantó el entusiasmo del público. Y con recursos y desplantes, propios de su estilo, además de una certera estocada, le tumbó las dos orejas con ese espíritu combativo que no le cabe en el cuerpo.
El Payo estuvo muy centrado y sobrio con el cárdeno que salió en tercer lugar, otro ejemplar hondo, con kilos, que no duró demasiado. A pesar de ello, el queretano le hizo una faena medida, en la que cada uno de los muletazos tuvo hondura y ceñimiento. Lo malo fue que no estuvo fino con la espada y fue hasta el cuarto viaje con el acero cuando consiguió darle muerte.
El séptimo, el más bonito de hechuras, sin lugar a dudas, pero se paró demasiado pronto y no hubo forma de hacerlo embestir, no obstante que Octavio le buscó las vueltas. Lo más destacado fue la limpia estocada con la que se lo quitó de en frente tras darle un eficaz golpe de descabello.
En cuarto lugar salió a torear el rejoneador Jorge Hernández Gárate, que enfrentó otro toro que tenía fuerza y se vio obligado a clavarle tres rejones de castigo para atemperarlo. Y lució mucho montando a "Valladolid", un caballo sumamente expresivo con el que toreó con mucho temple y valor, dando ventajas al de Mimiahuápam sin pensar siquiera que el piso no estaba en buenas condiciones, por lo resbaladizo de la parte de abajo de la arena, cosa que nunca le importó al potosino que mostró su madurez en una faena con pasajes de mucho relieve.
Después de colocar un rejón de muerte entero, un tanto trasero, tuvo que recurrir al descabello con el que acertó para despertar esa petición de oreja que se le concedió, al tiempo que la gente sacó a saludar a su banderillero, el popular Apolinar Mendoza, que toreó con gracia con el capote a la hora de sus intervenciones, cuando el toro le embistió con mucha transmisión y humillado.
La gente salió muy contenta de la plaza al finalizar la corrida estelar del 16 de septiembre, que siempre tendrá una magia especial en esta monumental de cantera rosa.
Ficha Zacatecas, Zac.- Plaza Monumental. Cuarto festejo de feria. Media plaza en tarde nublada. Toros de
San Miguel de Mimiahuápam, bien presentados, de variado comportamiento, de los que destacaron el 1o. por su calidad, el 4o. (de rejones) por su transmisión y el 6o. por su nobleza. Pesos: 517, 495, 509, 526, 508, 516 y 485 kilos.
Jorge Hernández Gárate: Oreja. Eulalio López "Zotoluco" (tabaco y oro): Oreja y leves palmas. Arturo Macías (azul aguamarina y oro): Oreja con protestas y dos orejas. Octavio García "El Payo" (azul marino y oro): Silencio en su lote. Incidencias: Destacó en varas Javier Prado y Fermín Quiróz estuvo muy oportuno en un par de quites durante el tercio de banderillas.
Comparte la noticia