El diestro hidrocálido Arturo Macías se alzó con un triunfo de dos orejas durante la corrida de la Oreja de Oro celebrada esta tarde en la fronteriza ciudad de Tijuana, Baja California, y salió en hombros luego de ser designado como el ganador de este trofeo.

El torero de Aguascalientes le puso la emoción al sexto toro de la tarde; desde salida lo recibió con tres largas afaroladas de rodillas y después de incorporarse le jugó con temple los brazos al torear a la verónica, hizo un quite temerario por saltilleras donde termino de conquistar al público. Con la muleta el toro se vino abajo pronto, se quedó parado a la segunda tanda de derechazos, pero el torero se impuso, y la emoción que le faltaba al toro le sobraba al torero.

Con base en muletazos de rodillas y desplantes se echó al público a la bolsa y con ovaciones de torero torero se tiró sobre el morrillo del de Carranco, dejando un estoconazo en buen sitio y de efectos rápidos. La gente sumamente emocionada solicito las dos orejas que fueron concedidas. Con ellos se le otorgó el premio de la oreja de oro.

Lo más artístico de la tarde lo había realizado Alejandro Amaya. El torero tijuanense cuajó una faena de sentimiento y buen corte al corrido en cuarto lugar, al que le pegó sendos muletazos por ambos pitones. Lo más importante de la faena fue la disposición y el sentimiento que el torero le imprimió. Mató de una estocada corta y el primer golpe de descabello. Se le concedió una oreja.

Alfredo Ríos "El Conde" estuvo voluntarioso con el primero de la tarde, toro débil y con pocas opciones de triunfo. El Conde lo entendió pronto y a base de torearlo despacio y a media altura, logró muletazos de buena factura. Mató de una entera en buen sitio y se le concedió una oreja.

Jerónimo volvía a tierras fronterizas después de varios años de ausencia.  El Jero dejó impreso su clase con el corrido en segundo lugar, al que le realizó una faena para el buen aficionado. Fue una faena basada en la mano izquierda, con buena colocación  espero mucho al toro y le logró pegar grandes muletazos con la mano de cobrar. Mató de una entera en buen sitio y se le concedió una oreja.

Nacho Garibay cuajó una gran faena al corrido en tercer sitio, con el que estuvo elegante con el capote al torear a la verónica  e hizo un expuesto quite por chicuelinas. Con la muleta se le vio puesto, bien colocado y con ese aroma de torero bueno que atesora. Le corrió la mano logrando buenos momentos por ambos pitones; fue una lástima que lo pinchara y todo quedara en aplausos.

Debutó en Tijuana el matador de toros español Sergio Aguilar, del que solo se puede destacar la voluntad.