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¡Joselito se pone en figura del toreo! (video)

Viernes, 07 Jun 2013    Madrid, España    Juan Antonio de Labra| Foto: Emilio Méndez            
Cortó una oreja al quinto después de haber colocado un pinchazo
La presencia de dos toreros mexicanos hoy en la plaza de Madrid era una noticia histórica, pero lo más maravilloso es que no sólo en el papel esta corrida de la Feria del Arte y la Cultura tuvo ese cariz, sino que también en el ruedo supuso el encumbramiento de Joselito Adame de cara a México y con amplias posibilidades de abrirse camino en el competido –y cerrado– panorama taurino europeo.

Desde luego que faltó abrir la puerta grande, como en su anterior comparecencia. Sin embargo, la rotundidad de su actuación y el impacto que causó en el público, seguramente será de gran utilidad para continuar esta carrera vertiginosa en la que se le nota cuajado como torero y maduro como hombre.

Porque hoy, el hidrocálido no desaprovechó su buena suerte y lidió con aplomo a dos toros buenos de Alcurrucén, más el corrido en segundo lugar, que tuvo una bravura importante, en una tarde en la que todo lo que intentó le salió bien… salvo la suerte de matar.

Estaba cantado que iba a ser así y era lógico pensarlo, pues Joselito tenía la moral por las nubes tras su reciente comparecencia, del pasado 4 de junio, en la que estuvo a punto de salir a hombros de una plaza donde la mayoría de los toreros mexicanos hicieron un gran papel.

Y hoy que entró a esta combinación por la vía de la sustitución, contó otra vez con el apoyo del público madrileño, al que no le importó el pinchazo bajo que colocó antes de recetar la estocada final al sexto, del que obtuvo un valioso apéndice, el segundo en dos corridas consecutivas en las que se mostró inteligentísimo y resolutivo pero, además, y por si fuera poco, con una torería que gustó mucho a la afición venteña.

Tanto en los quites –que no dejó ninguno sin hacer– como en el resto de sus intervenciones, Joselito mantuvo ese aire de dueño y pisó el ruedo de Las Ventas con pasmosa tranquilidad, dando a los toros su tiempo y atacándoles un poco más cuando así se lo exigían, en aras de mantener esa grata comunión con la gente.

Así fue como realizó dos faenas macizas, distintas –la segunda la brindó al maestro Eloy Cavazos– con este nuevo sello de su toreo en el que improvisa con naturalidad, sintiendo todo cuanto hace y recreándose en algunas suertes de capote y muleta.

A diferencia de la buena suerte con la que corrió Adame, a Juan Pablo Sánchez le tocó un lote sumamente deslucido, compuesto por toros de condición similar con los que el otro hidrocálido del cartel apenas y pudo mostrarse.

Y vaya que en determinados pasajes lo intentó con valor, pero sin apenas conseguir conectar con el público, que miró con un punto de frialdad dos faenas aseadas en las que Juan Pablo no pudo lucir su asombroso temple.

Se le notaba muy molesto a Juan Pablo hacia el final la faena con el sexto, y no era para menos porque la preparación que había tenido para afrontar este compromiso exigió disciplina, la misma que, seguramente, lo mantendrá con la cabeza puesta en Madrid. Ya volverá y esperemos que con toros bravos y boyantes para que este otro mexicano, miembro de la nueva generación, también demuestre su valía en la primera plaza del mundo.

En medio de los dos espadas nacionales, El Cid se sintió espoleado, más todavía con la actitud de Joselito, que desde el primer momento hizo un buen quite de gaoneras al toro que abrió plaza, y más tarde le enmendó la plana al maestro de Salteras con otro quite por chicuelinas antiguas.

Cuando parecía que El Cid iba a cuajar de mejor manera al toro que abrió plaza, que después de los dos primeros inciertos tercios se centró en la muleta, unas ráfagas de viento descompusieron el buen rumbo que llevaba la faena y ya no hubo forma de redondearla.

En el cuarto intentó buscarle las vueltas a un toro descastado que duró poco, así que no remontó una tarde que ya tenía un nombre propio, el de Joselito Adame, un torero que va a dar mucha guerra de aquí en adelante porque la tarde de hoy se puso en figura del toreo de México y se convirtió en el capitán general de la nueva generación.

Ficha
Madrid, España.- Plaza de Las Ventas. Cuarto festejo de la Feria de Arte y Cultura. Poco menos de tres cuartos de entrada en tarde de clima cambiante, con continuas ráfagas de viento. Toros de Alcurrucén, de juego desigual, entre los que destacó el 5o., ovacionado en el arrastre. Pesos: 522, 523, 543, 559, 541 y 551 kilos. Manuel Jesús "El Cid" (azul rey y oro): Silencio en su lote. Joselito Adame (blanco y plata): Ovación y oreja tras aviso. Juan Pablo Sánchez (rosa mexicano y oro): Silencio en su lote. Sobresalió en varas Pepillo hijo, que fue largamente ovacionado mientras abandonaba el redondel.


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