El matador de toros a pie, ahora convertido en rejoneador, Jorge Carreño, no ceja en sus entrenamientos y, poco a poco, ha conseguido conjuntar un cuadra que le está permitiendo mejorar su técnica a caballo, lo que sin duda lo mantiene ilusionado para seguir adelante a pesar de la dificultad que entraña esta nueva faceta en su carrera taurina.

"No ha sido fácil hacerme de una cuadra y preparar los caballos para torear; pero creo que así es como deben hacerse las cosas y como montar me produce un gran placer, pues disfruto mucho el entrenamiento diario con los caballos y esa sensación de que nos estamos compenetrando cada día más. Torear vacas ayuda mucho a este aprendizaje que para mí es un reto", afirma Carreño.

Todos los días, en su cortijo de San Miguel de Allende, Jorge Carreño se prepara con disciplina, y a la espera de que se puedan abrir algunas puertas, pues reconoce lo complicado que está el panorama:

"No hay muchos festejos donde se considere la participación de rejoneadores, y quizá el hecho de que yo ya no soy un jovencito también influya a la hora de tratar de colocarse. Sin embargo, creo que todos hacemos nuestra lucha y yo estoy en la mía, dedicado en cuerpo y alma a esta nueva pasión que me mantiene muy motivado, tanto como cuando toreaba a pie".

En los últimos meses, Jorge ha toreado algunos festivales privados en los que ha podido constatar su evolución y el placer que le produce torear a caballo, según comenta:

"Creo que me precipité en debutar, tal vez pensando que debía hacerlo porque el tiempo se me venía encima. Pero ahora soy consciente de que a caballo no importa tanto la edad que tengas, sino lo preparado que estés y lo bien que puedas torear. Al final, lo que importante es transmitir un sentimiento al público que está en la plaza, y eso se puede hacer a cualquier edad", concluyo.

Esta entrevista está acompañada de un breve video de Jorge Carreño durante un entrenamiento con una vaca en su finca de San Miguel de Allende.