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El festival de Cali... la fiesta de los toreros (fotos)

Miércoles, 26 Dic 2012    Cali, Colombia    Rodrigo Urrego | Especial          
Cortaron dos orejas por coleta

Seis de los toreros actuantes en esta feria se tomaron por asalto el llamado festival taurino, que aquí en Cali, se está convirtiendo en el reemplazo de la otrora célebre "corrida del toro". Y se lo tomaron por asalto porque el encierro que tenían en frente, el del hierro de Fuentelapeña, les vino como anillo al dedo para, por lo menos, pasarla cómodamente, si es que alguna vez se puede estar cómodo delante de un toro.

Pero los toreros saben cuándo estar cómodos. Y debieron entender que ante los que salieron de Fuentelapeña nadie iba a tener pesadillas o a pasar más miedo de lo normal. No. Con los toros que salieron en el festival lo único malo que podía pasar es que esos toros no aguantaran lo suficiente para que las faenas fueran completas.

Y ante esos toros, que no tenían malos pensamientos, Antonio Ferrera y Luis Bolívar fueron los que hicieron su fiesta completa. Ferrera, con el traje corto, hizo la lidia total. Lo paró con variedad con el capote, bajó al picador del caballo con peto, agarró la vara y picó al toro en el primer tercio; puso banderillas citando de rodillas, de frente, de espaldas, y hasta galleó, todo eso en el segundo tercio. Y en el tercio final, el toro decidió no ir más tras la muleta y buscar las zapatillas del torero. Ferrera no se dejó y en cualquier descuido del animal lo engañaba en muletazos largos. Una muy buena estocada y dos orejas, pues al público le gustó tanta variedad y tantas buenas intenciones del torero que reclamó semejante recompensa.

Ferrera se despedía, pero Bolívar apenas saludaba a la presente edición de la feria de Cali. Y ante un "bizcocho" de pelo colorado, expuso todas las posibles fórmulas para conseguir el éxito en las dos tardes que tiene en Cañaveralejo. Bolívar puede torear despacio y con buen gusto, como hizo en la primera serie en redondo. Y también puede apostar por darle al público lo que reclama, como pasó en series posteriores. Y hasta puede ser capaz de que toros que pasen por su manos puedan ser indultados, pues a este manso pero muy bondadoso de Fuentelapeña le pidieron el indulto. El premio sólo fue para Bolívar, las dos orejas.

Paco Perlaza también se marchaba de la feria. Y habrá que buscar en los registros si este torero alguna vez se ha ido de Cali con las manos vacías. Ni siquiera  el festival fue la fuente para el triunfo. Pero en este caso fue porque el de Fuentelapeña que le correspondió tampoco supo resistir las variadísimas suertes de capa que Perlaza le dibujo, disfrutando con quites y lances y un muy agradable juego de figuras con la tela fucsia y amarilla. Todo fue vistoso. Pero con la muleta en la cara, el toro nunca se entregó.

A Javier Castaño le tocó un toro incómodo. Que no tenía ritmo ni continuidad en sus movimientos. Pero fue un buen material para que el torero salmantino intentara revelarse como ese torero lidiador que intenta resolver los defectos de los toros. Intentó seducir con en el capote al tercero de la noche a pesar que el toro se embestía, al embestir con las manos por delante. Y brilló en esa estocada de pintura de Picasso, o de tauromaquia muy antigua. Citando a más de cinco metros de distancia. Una oreja fue el premio que le correspondió.

Iván Fandiño fue el único que no pudo estar de fiesta. El quinto siempre lo amenazó con hacerle mover los pies del piso, pues desde un comienzo decidió que los suyo no era dejarse engañar. No porque su casta así se lo dictara. Sino precisamente su falta de bravura no le permitía perseguir con recorridos completos. Fandiño, que también apenas le tomaba la temperatura a la feria, no apostó. Pues sus objetivos nunca estuvieron en la noche del festival.

David Mora pareció aprovechar la silbatina que los aficionados de festival, esos que van a los toros el día en que pueden ver el mayor número de toreros con una sola boleta, le tributaron a Fandiño. Se fue a la puerta de chiqueros, se tiró de rodillas en una larga cambiada, la repitió luego en el tercio, toreo a la verónica con facilidad, miró al público de vez en cuando. Y ante un toro de muy buena condición, y que quizás fue el animal que intentó alcanzar los mayores niveles de casta de la noche, Mora se excedió en ese toreo hipnotizador de los circulares con el abrazo al costillar del toro. Quizás por ese exceso Mora no tuvo nada en la repartición de premios de la noche del festín de los toreros. 
 

Ficha
Cali, Colombia.-  Plaza de toros Cañaveralejo. Festival (tercera de feria). Algo más de media plaza. Toros de Fuentelapeña, muy bonitos de hechuras, y en general sin casta pero también sin mayores complicaciones. Al cuarto se le pidió el indulto. Salvo el segundo, todos fueron aplaudidos, con distinto nivel de intensidad, en el arrastre. Antonio Ferrera: Dos Orejas. Paco Perlaza: Ovación. Javier Castaño: Oreja. Luis Bolívar: Dos orejas. Iván Fandiño: Bronca. David Mora: palmas. Incidencias: Saludó Rodrigo Arias "Monaguillo" tras un par de banderillas de elegante ejecución al cuarto, lidiado por Luis Bolívar.


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