En la decimoprimera entrega de la serie entrevistamos a Antonio de Haro González, ganadero de De Haro, para conocer algunos puntos de vista de uno de los encastes -y ya va siendo hora que lo llamemos así- más peculiares de la cabaña brava mexicana.

Y es que desde que su madre, doña Marta González González, hermana, hija y nieta de ganaderos, recibió su parte de la famosa ganadería de La Laguna, la puso en manos de su esposo, el recordado Manuel de Haro Caso, que fue un artífica de la bravura; un hombre dedicado en cuerpo y alma a su ganadería, capaz de triunfar con muy pocos elementos.

La ganadería de De Haro, con un trabajo casi de medio siglo, ha conseguido un toro único en México, tanto por su inconfundible fenotipo como por el interesante juego que suele dar a lo largo de su lidia. De tal forma que se trata de una "Denominación de origen" con sello propio de la que Antonio es un orgulloso destinatario.

El compromiso de preservar este peculiar encaste, y otros recuerdos familiares, centra una charla amena, aderezada de la personalidad de un ganadero que nos hace vislumbrar un futuro halagüeño para este emblemático hierro tlaxcalteca.