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Ese milagro llamado bravura... (video)

Sábado, 13 Oct 2012    Pachuca, Hgo.    César Montes | Foto: Ángel Sainos           
Lomelín firmó una entonada faena ante su segundo

La tarde de este sábado ha habido dos reapariciones ganaderas interesantes en lo que ha sido el tercer festejo de la feria de Pachuca, de una novillada con contenido, matices y tela para analizar. Y es que la bravura fue la tónica en su mayoría, sobre todo por parte de la vacada hidalguense Heriberto Rodríguez, y sin dejar atrás otro hierro antiguo como es Cierro Viejo, que han puesto a prueba a la terna de esta tarde.

Así, el triunfo entre los novilleros quedó en vuelta de los cuatro componentes, y en un arrastre lento muy merecido. Y es que, ¿hace cuánto que no se veía reses tan bravas encastadas como las de don Heriberto Rodríguez?, y también, con la nobleza de dos novillos de la divisa jalisciense.Los novilleros vieron la cara y cruz, de actuaciones discretas y también brillantes.

Así, el rejoneador Diego Lecumberri no estuvo del todo certero y aseado con rejones con el novillo que le correspondió en suerte, hecho, y que no fue fácil y que dejó crudo al no poderle clavar bien un solo rejón, acaso uno delantero que no le hizo sangre, luego de varias pasadas en falso. Con banderillas tuvo momentos, pero lo mismo clavó en buen sitio que palos caídos y generalmente a silla pasada. Destaca una de frente que le reconocieron, aunque también dejó que le pegaran a sus cabalgaduras.

Los Forcados Amadores de Hidalgo sudaron tinta porque el animal, merced que quedó entero y desarrolló violencia y aspereza. Bruno Vogt quedó fuera de combate en el primer intento; Osvaldo Escamilla sacó garra pero luego de dos intentos se fue al hospital a observación con una contusión en la ingle y en el pecho, y finalmente Fernando Pacheco logró la pega al cuarto intento, con un emotivo rabilleo de Alejandro Espínola.

Clavó el rejoneador dos cortas por dentro, despachando a la res al segundo intento de estocada contraria, para ser aplaudido luego de dos avisos. Hubo inexplicables aplausos a la res en el arrastre.

Regaló un octavo, un astado cinqueño de Heriberto Rodríguez que fue sencillamente bravo y muy bueno, que acudió en todos los cites, emotivo, alegre y encastado al que le dejó dos rejones de castigo. Estuvo mejor en banderillas, dos de ellas a pitón contrario, que le reconocieron.

Los forcados pudieron participar pero no lograron la pega en dos intentos, con Fernando Pacheco a la cara, parte del terreno y el poder del animal. El caballero dio la vuelta al ruedo y sacó al ganadero, Luis Javier Espinosa.

A pie, Xavier Gallardo, ha estado bien, solvente y con firmeza con el lote que le correspondió. Su primero permitió más, lo bregó de salida y de dobló en la muleta, para luego correrle la mano a un animal que si bien metió la cara, no terminó de entregarse; le cuajó tandas importantes, sobre todo a mitad de trasteo por el pitón izquierdo, remontando el aire incómodo que sopló casi toda la tarde. Hubo pases de adorno y desplante que le reconocieron, siempre sereno y gustándose, pero no anduvo certero con el estoque, hasta escuchar un aviso y con la ovación del público al irse a la barrera.

Su segundo, un animal destartalado, montado y terciado, poco colaboró, pero el novillero se vio puesto, con ganas y en todo momento buscó el lucimiento. La res se reservó la embestida, merced de su justeza de bravura, defendiéndose, y ahora sí, metió la espada en todo lo alto, y aunque no cortó un trofeo, dio una merecida vuelta la ruedo.

A Antonio Lomelín no le gustó mucho el primero de su lote, un animal muy en el tipo de San Mateo, seriamente armado y así de astifino. Lo bregó de salida y lo remató bien. Si bien el animal fue picoso, incómodo también porque volvía pronto y con un puntito de genio, no era para que le hubiera hecho el asco así. Quizá le faltó lidiarlo más al comenzar su faena pero abrevió y tampoco anduvo ducho con el acero, hasta escuchar dos avisos.

Otra historia fue con su segundo, lo saludó con una larga en tablas de rodillas, lo veroniqueó y luego de un puyazo quitó por zapopinas y larga de rodillas que caló en la concurrencia. Lo recibió con dos péndulos en los medios, firme, corrió la mano recreándose, deletreando el toreo, con clase, en muletazos sentidos, ante un bicho que metió así de bien la cara, con fijeza y nobleza, desarrollándose la labor en los medios. Adornos de buen gusto, para luego tirarse a matar en los medios en tres ocasiones, desgraciadamente fallando, escuchando un aviso, y dando a cambio una vuelta al ruedo con mucha fuerza. El novillo fue aplaudido en el arrastre.

Jaime Martínez se vio desbordado por el primero, un cinqueño encastado al que bregó de salida y que aunque no peleó con fijeza en el caballo, desarrolló una embestida encastada, emotiva, con poder, arrancando de largo, al que Lomelín le pegó chicuelinas termpladas, dándole réplica Martínez con navarras “bailaditas”. En el tercio final, que transmitió al tendido, como tenía tiempo que no se veía.

El animal, en el tipo de lo de Piedras Negras, siempre acometió largo pero sin perdonar errores; el muchacho se “hizo bolas”, perdió por momentos la brújula y hasta se vio por momentos desconfiado al margen de que el aire hiciera de las suyas. La res, con el hocico cerrado, que arrancaba de largo, se fue con más de media faena adentro cuando se tiró a matar de manera defectuosa, escuchando un aviso antes de irse a la barrera.

Con el segundo, una res muy noble y con una gran entrega, lo toreó bien con el percal a la verónica, cumplió bien en el caballo y de muleta lo toreó con gusto, a placer, relajado, por los dos pitones, en un trasteo que transmitió al tendido. Vitolinas y manoletinas que le corearon. No lo mató al primer viaje pero pudo dar la vuelta al ruedo por su meritoria labor.

Ficha

Pachuca, Hgo.- Plaza monumental “Vicente Segura”. Tercer festejo (novillada de la Feria de San Francisco). Unas dos mil personas, en tarde soleada y airosa. Cinco novillos de Cerro Viejo, desiguales de presentación, que cumplieron al picador, de los que destacaron 5o. y 7o., este último aplaudido en el arrastre. Tres ejemplares de Heriberto Rodríguez (2o., 3o.y 8o.) encastados, bravos y con mucho contenido los dos últimos, premiado con el arrastre lento el corrido en 8o. lugar. Pesos: 370, 320, 375, 380, 350, 340, 355 y 380 kilos. Diego Lecumberri: Palmas tras dos avisos y vuelta. Antonio Lomelín (lila y oro): Palmas tras dos avisos y vuelta. Xavier Gallardo (blanco y plata con remates negros): Palmas y vuelta. Jaime Martínez (corinto y oro): Silencio tras aviso y vuelta. Incidencias: Los forcados Bruno Vogt, Fernando Pacheco y Juan de Dios Corona, fueron atendidos por golpes contusos. Osvaldo Escamilla tuvo que ser hospitalizado por posible cornada interna y será evaluado en las próximas 24 horas.


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