Ruedo: "Toros y Toreros", nueva era
Miércoles, 29 Ago 2012
México, D.F.
Heriberto Murrieta | Opinión
La columna de este miércoles en Récord
El programa "Toros y Toreros" está por cumplir nada menos que 40 años al aire a través del Canal Once. Es uno de los más antiguos de la televisión mundial. Han salido al aire más de 2 mil emisiones que forman parte de la memoria electrónica y de nuestros recuerdos más entrañables como aficionados.
"Toros y Toreros" es creación de Julio Téllez, su conductor de siempre, el hombre que llegó a sacar recursos de su propio bolsillo con tal de mantener al aire el valioso espacio taurino de los lunes en la televisión abierta. A lo largo de cuatro décadas, Julio se ha hecho acompañar por distintos comentaristas como el maestro Pepe Alameda, Luis Carbajo, Pablo Pérez y Fuentes, José "El Negro" Muñoz, José Luis Carazo "Arenero", Luis Ramón Carazo y más recientemente Pepe Mata, quien con entusiasmo y afición recorre largas distancias para videograbar festejos y obtener testimonios que después comenta en la pantalla chica.
Julio Téllez es el alma del emblemático programa. Hablar de "Toros y Toreros" es referirse a Julio. Son indivisibles. Además de su conductor, ha sido su productor, editor, realizador y hasta financiador, especie de figura absoluta que se las ingenia para cumplir con diversas funciones. Su conducción pausada, su positiva y romántica proclividad a rescatar imágenes de su formidable filmoteca –tendencia que nos permite recrearnos con las evocaciones–, su sentido crítico y su voluntad indeclinable para difundir el toreo, merecen mi más amplio reconocimiento.
Desde niño no me pierdo el programa. Convertido ya en profesional del micrófono, siempre me ilusionó la posibilidad de participar algún día en la legendaria emisión. Ese sueño pronto se hará realidad. He aceptado con enorme gusto la amable invitación de Rafael Lugo, director de Once TV, para unirme, junto con el buen taurino Rafael Cué, al equipo de comentaristas de "Toros y Toreros" a partir del lunes 17 de septiembre. Atentos a respetar la importancia histórica de Téllez y su fuerte vínculo con el programa, llegamos a sumar, no a desplazar, con la idea de dar a "Toros y Toreros" una mayor dinámica, modernidad y contenido, en estos tiempos donde debemos buscar fórmulas novedosas para atraer nuevos aficionados, manteniendo la independencia editorial que ha caracterizado al segmento a lo largo de tanto tiempo.
Con motivo de los 40 años del programa, entre el 17 de septiembre y el 10 de diciembre se realizarán 13 emisiones donde el taurino michoacano seguirá siendo el conductor. A partir del 17 de diciembre, Rafael Cué y yo lo relevaremos en la conducción, lo cual no significa que Julio deje de aparecer en el programa pues, no obstante el cansancio que él mismo ha manifestado, tiene todavía muchas cosas qué decir e infinidad de recuerdos para compartir con el auditorio. Además, ya lo dije antes, "Toros y Toreros" y Julio Téllez son uno mismo.
Quisiera agradecerle, dicho sea de paso, su excelente disposición para facilitar esta transición. Cuando le insisto que no pretendo incomodarlo ni yo sentirme un invasor, Julio me responde reiteradamente que no se siente propietario del programa y que ya tenía tiempo pensando en el relevo. En este nuevo escenario contaremos con la experiencia y el taurinismo de Juan Prieto, autor de magníficos documentales para cine y televisión.
Sólo resta expresarle a Rafael Lugo gratitud por la invitación y admiración por su proyección visionaria dentro de un proceso en el que en todo momento ha reconocido la dilatada trayectoria del conductor por excelencia de programas taurinos. ¡Nos vemos pronto en "Toros y Toreros"!
Disparidad oval
El domingo pasado reapareció en la Plaza México el novillero queretano Cristian Hernández, quien el 13 de junio de 2010, en esperpéntica actuación, no pudo dar muerte a los dos novillos de De Haro que le correspondieron y se cortó la coleta frente al público capitalino en señal de despedida. Aquel día, presa del pánico, se tiró de cabeza al callejón. Hasta ahí, el incidente era comprensible porque el miedo es un sentimiento humano que no es ajeno a los toreros.
Pero poco tiempo después lucró con su fracaso y apareció vestido de luces en un programa de televisión de la prensa rosa española, una grave falta de respeto al traje de torear y a la profesión. Y si en esos días se hizo famoso por decir que no tenía huevos, la semana anterior, en entrevista concedida a Jorge Raúl Nacif, no tuvo empacho en afirmar que de un huevo suyo podrían salir tres toreros. ¿Por fin?
A diferencia de hace dos años, ésta vez sí se quedó quieto y debo reconocer que tiene nociones del toreo y por momentos logra ejecutarlo con temple y largueza. Lo malo es que no dio el aldabonazo que necesitaba para limpiar su imagen y cambiar las lanzas por cañas. En junio de 2010 escuchó seis avisos, el domingo pasado nada más tres. Va mejorando.
Éxito potosino
El magnífico juego de "Romancero", de Begoña, lidiado con autoridad por Eulalio López "Zotoluco" el sábado pasado en San Luis Potosí, me hizo recordar a aquel otro toro del mismo nombre y de la misma ganadería que lidió soberbiamente Manolo Martínez la tarde de su reaparición en la Plaza México, en abril de 1987.
Repetidor, con muy buen son y largo recorrido, el toro mereció el homenaje de la vuelta al ruedo a sus restos tras una faena maciza, reposada, en la que el Eulalio le tomó muy bien la distancia para embarcarlo con la muleta. Lástima que malogró la obra con la espada.
Dio resultado la idea del empresario Joaquín Guerra de dar corridas nocturnas en la ahora techada plaza "El Paseo-Fermín Rivera", pues la entrada rozó el lleno. Arturo Saldívar demostró que la experiencia en España le ha dado mucho sitio. Además, le notamos grandes avances con el capote en términos de soltura, ritmo y acompañamiento. El sevillano Antonio Barrera tuvo un desempeño cumplidor, sin arredrarse ante las vueltas tobilleras de su primer enemigo.
Lo anti reglamentario corrió a cargo del juez Francisco Bandín, pues devolvió al tercero de la noche, que ya había sido picado y banderilleado, debido a una fractura en la pata izquierda. Aún cuando lo ideal es que el público vea al animal en plenitud de facultades, existe un reglamento que debe respetarse. Es importante la función didáctica de la autoridad que consiste en enseñar al público que una vez concluido el primer tercio –cuantimás el segundo–, no hay marcha atrás.
En la salida a hombros del final del festejo, Arturo Saldívar se hizo acompañar atinadamente por Juan Pablo Bailleres, cuyos empadres están dando continuidad al brillante historial ganadero de su padre, don Alberto Bailleres, comprador de la ganadería de San Martín, que está cumpliendo 80 años de haber sido fundada.
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